Page 1281 - Biblia el Unico Dios
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25 Viendo Jesús que se agolpaba la gente, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: «Espíritu sordo y mudo, yo te mando: sal de él y no entres más en él.»
26 Y el espíritu salió dando gritos y agitándole con violencia. El muchacho quedó como muerto, hasta el punto de que muchos decían que había muerto. 27 Pero Jesús, tomándole de la mano, le levantó y él se puso en pie.
28 Cuando Jesús entró en casa, le preguntaban en privado sus discípulos: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarle?»
29 Y Jesús les contestó: A esta clase de demonios solamente se puede expulsar por medio de la oración (y ayuno).
Jesús anuncia otra vez su muerte
(Mt.17.22-23; Lc.9.43-45)
30 Cuando se fueron de allí, pasaron por Galilea. Pero Jesús no quiso que nadie lo supiera,
31 porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: «El Hijo de Dios será entregado en manos de los hombres; le matarán y a los tres días de haber muerto resucitará.»
32 Pero ellos no entendían lo que les decía y temían preguntarle.
Quién es el mayor
(Mt.18.1-5; Lc.9.46-48)
33 Llegaron a Capernaúm, y una vez en casa, les preguntaba: ¿Qué venían discutiendo ustedes por el camino?
34 Ellos callaron, porque por el camino habían discutido entre sí quién era el mayor.
35 Entonces se sentó, llamó a los Doce, y les dijo: «Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos.»
36 Y tomando un niño, le puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y les dijo:
37 «El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado.»
El que no es contra nosotros por nosotros es
(Lc.9.49-50)
38 Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros.»
39 Pero Jesús dijo: «No se lo impidan, porque no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí.
40 El que no está contra nosotros, está por nosotros.»
41 «Todo aquel que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que son míos, les aseguro que no perderá su recompensa.»
Ocasiones de caer
(Mt.18.6-9; Lc.17.1-2)
42 «Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar.