Page 1310 - Biblia el Unico Dios
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22 »Dichosos ustedes cuando la gente los odie, cuando los expulsen, cuando los insulten y cuando desprecien su nombre como cosa mala, por causa del Hijo de Dios.
23 Alégrense ese día y salten de gozo, que su recompensa será grande en el cielo. De ese modo trataban sus padres a los profetas.
24 «Pero ¡ay de ustedes, los ricos!, porque han recibido su consuelo.
25 ¡Ay de ustedes, los que ahora están hartos!, porque tendrán hambre. ¡Ay de los que ríen ahora!, porque tendrán aflicción y llanto.
26 ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de ustedes!, de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas.
El amor hacia los enemigos, y la regla de oro
(Mt5.38-48;7.12)
27 «Pero yo les digo a los que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan bien a los que los odien,
28 bendigan a los que los maldicen, oren por los que los difamen.
29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica.
30 A cualquiera que te pida algo, dáselo, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames.
31 Hagan ustedes con los demás como quieren que los demás hagan con ustedes.
32 Si ustedes aman solamente a quienes los aman a ustedes, ¿qué tiene eso de extraordinario? También los pecadores aman a los que les aman.
33 Y si hacen bien solamente a quienes les hacen bien a ustedes, ¿qué tiene eso de extraordinario?¡También los pecadores se portan así.
34 Si prestan a aquellos de quienes esperan recibir, ¿qué tiene eso de extraordinario? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente.
35 Más bien, amen a sus enemigos; hagan el bien, y presten sin esperar nada a cambio; y su recompensa será grande, y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los ingratos y los perversos.
36 Sean ustedes compasivos, como también su Padre es compasivo.
El juzgar a los demás
(Mt.7.1-5)
37 No juzguen a otros, y Dios no los juzgará a ustedes. No condenen a otros, y Dios no los condenará a ustedes. Perdonen, y Dios los perdonará.
38 Den a otros, y Dios les dará a ustedes. Les dará en su bolsa una medida buena, apretada, sacudida y repleta. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les devolverá a ustedes.»
39 Les añadió una parábola: «¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?
40 No está el discípulo por encima del maestro. Todo el que esté bien formado, será como su maestro.
41 ¿Cómo es que miras la paja que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo?