Page 1326 - Biblia el Unico Dios
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 6 «¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Sin embargo, Dios no se olvida de ninguno de ellos.
7 Hasta los cabellos de sus cabezas están todos contados. No teman; ustedes valen más que muchos pajarillos.
El que me confesare delante de los hombres
8 »Les digo que si alguien se declara a mi favor delante de los hombres, también el Hijo de Dios se declarará por él ante los ángeles de Dios.
9 Pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.
10 «A todo el que diga una palabra contra el Hijo de Dios, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.
11 Cuando los lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo o con qué se defenderán, o qué van a decir,
12 porque el Espíritu Santo les enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir.»
El rico insensato
13 Uno de la multitud le dijo: Maestro, dile a mi hermano que me dé mi parte de la herencia.
14 El le respondió: «¡Hombre! ¿quién me ha constituido juez o repartidor entre ustedes?»
15 Y les dijo: Cuídense ustedes de toda avaricia; porque la vida no depende del poseer muchas cosas.
16 Les dijo una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto;
17 y pensaba entre sí, diciendo: “¿Qué haré, no tengo donde reunir mi cosecha?” 18 Y dijo: “Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes,
19 Luego me diré: tienes muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, goza de la vida.
20 Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será?
21 Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios.»
El afán y la ansiedad
(Mt.6.25-34)
22 Dijo a sus discípulos: «Por eso les digo: No anden preocupados por su vida, qué comerán, ni por su cuerpo, con qué se vestirán:
23 porque la vida vale más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido;
24 Fíjense en los cuervos: ni siembran, ni cosechan; no tienen bodega ni granero, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves!
25 Y en todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora?
26 Si no son capaces ni de lo más pequeño, ¿por qué se preocupan de lo demás? 27 »Fíjense cómo crecen los lirios: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos.











































































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