Page 1458 - Biblia el Unico Dios
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 20 Y, si hago lo que no quiero, no soy yo quien lo obra, sino el pecado que habita en mí.
21 Así que descubro esta ley: aun queriendo hacer el bien, es el mal el que se me presenta.
22 Porque en lo íntimo de mi ser me deleito en la ley de Dios;
23 pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley lucha contra la ley de mi mente, y me tiene cautivo. 24 ¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo que me lleva a la muerte?
25 Solamente Dios, a quien doy gracias por medio de nuestro Señor Jesús. En conclusión: yo entiendo que debo someterme a la ley de Dios, pero en mi debilidad estoy sometido a la ley del pecado.
Romanos 8
Viviendo en el Espíritu
1 Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos, al señor Jesús,
2 Porque la ley del espíritu que da la vida en Jesús te liberó de la ley del pecado y de la muerte.
3 Porque Dios ha hecho lo que la ley de Moisés no pudo hacer, pues no era capaz de hacerlo debido a la debilidad humana: Dios envió a su propio Hijo en condición débil como la del hombre pecador y como sacrificio por el pecado, para de esta manera condenar al pecado en esa misma condición débil.
4 Lo hizo para que nosotros podamos cumplir con las justas exigencias de la ley, porque ya no vivimos según las inclinaciones de la naturaleza débil sino según el Espíritu.
5 Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu.
6 La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz.
7 Ya que las tendencias de la carne llevan al odio a Dios: no se someten a la ley de Dios, ni siquiera pueden;
8 Por eso, los que viven según las inclinaciones de la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios.
9 Mas ustedes no están en la carne, sino en el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en ustedes. El que no tiene el Espíritu de Jesús, no le pertenece;
10 Pero si Jesús vive en ustedes, el espíritu vive porque Dios los ha hecho justos, aun cuando el cuerpo esté destinado a la muerte por causa del pecado.
11 Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos dará también la vida a sus cuerpos mortales por su Espíritu que habita en ustedes.
2 Co:4:14
12 Así que, hermanos míos, no somos deudores de la carne para vivir según la carne,















































































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