Page 1457 - Biblia el Unico Dios

Romanos 7
Analogía tomada del matrimonio
1 ¿O es que ignoran, hermanos, hablo a quienes entienden de leyes que la ley no domina sobre el hombre sino mientras vive?
2 Así, la mujer casada está ligada por la ley a su marido mientras éste vive; mas, una vez muerto el marido, se ve libre de la ley del marido.
3 Por eso, mientras vive el marido, será llamada adultera si se une a otro hombre; pero si muere el marido, queda libre de la ley, de forma que no es adultera si se casa con otro.
4 Así también, ustedes, hermanos míos, al incorporarse a Jesús han muerto con él a la ley, para quedar unidos a otro, es decir, a aquel que después de morir resucitó. De este modo, podremos dar una cosecha agradable a Dios.
5 Porque cuando vivíamos como pecadores, la ley sirvió para despertar en nuestro cuerpo los malos deseos, y lo único que cosechamos fue la muerte.
6 Pero ahora hemos muerto a la ley que nos tenía bajo su poder, quedando así libres para servir a Dios en la nueva vida del Espíritu y no bajo una ley ya anticuada.
Vendido a el pecado
7 ¿Qué decir, entonces? ¿Que la ley es pecado? ¡De ningún modo! Sin embargo yo no conocí el pecado sino por la ley. porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciaras
8 Mas el pecado, tomando ocasión por medio del mandamiento, produjo en mi toda clase de codicia; porque sin ley el pecado estaba muerto.
9 Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí
10 Y resultó que el mandamiento, dado para vida, me fue para muerte.
11 Porque el pecado, tomando ocasión por medio del mandamiento, me sedujo , y por él, me mató.
12 Así que, la ley es santa, y santo el mandamiento, justo y bueno.
13 Luego ¿se habrá convertido lo bueno en muerte para mí? ¡De ningún modo! Sino que el pecado, para aparecer como tal, se sirvió de una cosa buena, para procurarme la muerte, a fin de que el pecado ejerciera todo su poder de pecado por medio del mandamiento.
14 Sabemos, en efecto, que la ley es espiritual, mas yo soy de carne, vendido al poder del pecado.
15 Realmente, mi proceder no lo comprendo; no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco.
16 Y, si hago lo que no quiero, estoy de acuerdo con la Ley en que es buena; 17 en realidad, ya no soy yo quien obra, sino el pecado que habita en mí.
18 Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo,
19 puesto que no hago el bien que quiero, sino que obro el mal que no quiero.