Page 1516 - Biblia el Unico Dios
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16 Y para todos los que se sometan a esta regla, paz y misericordia, lo mismo que para el Israel de Dios.
17 En adelante nadie me moleste, pues llevo sobre mi cuerpo las señales de Jesús.
Bendición final
18 Hermanos, que nuestro Señor Jesús derrame su gracia sobre todos ustedes. Amén
EPÍSTOLA A LOS EFESIOS
Efesios 1
(Esta carta fue escrita en el año 60-61. Fecha aproximada)
1 Pablo, apóstol de Jesús por voluntad de Dios, a los santos y fieles en el Señor Jesús.
2 Gracia a ustedes y paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesús.
Bendiciones espirituales en el Señor Jesús
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesús, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en el Señor Jesús;
4 por cuanto nos ha elegido en su hijo Jesús antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor;
5 eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesús, según el beneplácito de su voluntad,
6 Esto lo hizo para que alabemos siempre a Dios por su gloriosa bondad, con la cual nos bendijo mediante su amado Hijo.
7 En Jesús tenemos por medio de su sangre la redención, el perdón de los delitos, según la riqueza de su gracia
8 que ha prodigado sobre nosotros en toda sabiduría e inteligencia,
9 y nos ha hecho conocer el designio secreto de su voluntad. Él en su bondad se había propuesto realizar en Jesús este designio,
10 e hizo que se cumpliera el término que había señalado. Y este designio consiste en que Dios ha querido unir bajo el mando de Jesús todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra.
11 En Jesús, Dios nos había escogido de antemano para que tuviéramos parte en su herencia, de acuerdo con el propósito de Dios mismo, que todo lo hace según la determinación de su voluntad.
12 Y él ha querido que nosotros seamos los primeros en poner nuestra esperanza en su hijo, Jesús, para que todos alabemos su glorioso poder.
13 Gracias a Jesús, también ustedes que oyeron el mensaje de la verdad, la buena noticia de su salvación, y abrazaron la fe, fueron sellados como propiedad de Dios con el Espíritu Santo que él había prometido.