Page 304 - Biblia el Unico Dios
P. 304
27 si no temiera incitar el furor del enemigo, y que lo entiendan al revés sus )יהוה( adversarios, no sea que digan: «Nuestra mano prevalece, y no es el Señor el que hace todo esto.»
28 Porque es gente de consejo torpe, y no hay inteligencia en ellos.
29 Si fueran sabios, lo entenderían; comprenderían en qué van a parar.
30 ¿Cómo es que uno solo hizo huir a mil? ¿Y cómo es que dos pusieron en fuga a diez mil? ¡Tan sólo porque el Señor (יהוה), su protector, decidió entregarlos al enemigo!
31 »Bien saben nuestros enemigos que su protector no puede compararse al nuestro.
32 Ellos son cual viñedos corruptos, descendientes de Sodoma y de Gomorra,
que producen uvas amargas y venenosas;
33 su vino, un veneno de serpiente, mortal ponzoña de áspid.
34 »“Todo esto me lo estoy reservando; lo estoy guardando como un tesoro.
35 A mí me toca la venganza y el pago para el momento en que su pie resbalará. Porque está cerca el día de su ruina, ya se precipita lo que les espera.
36 (Que va hacer el Señor (יהוה) justicia al pueblo suyo, va a apiadarse de sus siervos.) Porque verá que su fuerza se agota, que no queda ya libre ni esclavo.
37 Dirá entonces: ¿Dónde están sus dioses, protectores en que buscaban su refugio,
38 los que comían la grasa de sus sacrificios y bebían el vino de sus libaciones? ¡Levántense y los salven, sean ellos su amparo!
39 Ved ahora que yo, sólo yo soy, y que no hay otro Dios junto a mí. Yo doy la muerte y doy la vida, hiero yo, y sano yo mismo (y no hay quien libre de mi mano).
40 Sí, yo alzo al cielo mi mano, y digo: Tan cierto como que vivo eternamente, 41 cuando afile mi reluciente espada, y mi mano empuñe el Juicio, tomaré venganza de mis adversarios, y daré el pago a quienes me aborrecen.
42 Embriagaré de sangre mis saetas, y mi espada se saciará de carne: sangre de muertos y cautivos, cabezas de larga cabellera de enemigos.
43 »Alégrense con él, oh cielos, y que lo adoren todos los ángeles de Dios. Alégrense con su pueblo, oh gentiles, y que todos los ángeles se fortalezcan en él. Porque él vengará la sangre de sus hijos, cobrará venganza de sus enemigos. Dará su merecido a los que lo odian y limpiará la tierra de su pueblo».
44 Fue Moisés y pronunció a oídos del pueblo todas las palabras de este cántico, acompañado de Josué, hijo de Nun.
45 Cuando Moisés acabó de pronunciar estas palabras a todo Israel,
46 les dijo: «Estén bien atentos a todas estas palabras que hoy les doy como testimonio. Se las prescribirás a tus hijos, para que cuiden de poner en práctica todas las palabras de esta Ley.
47 Porque no es una palabra vana para ustedes, sino que es su vida, y por ella prolongaras tus días en la tierra que van a tomar en posesión al pasar el Jordán.» 48 El Señor (יהוה) habló a Moisés aquel mismo día y le dijo: