Page 429 - Biblia el Unico Dios
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estado conmigo un año o dos y no he hallado nada contra él desde el día en que vino a mí hasta hoy.»
4 Pero los jefes de los filisteos se irritaron contra él y le dijeron: «Manda regresar a ese hombre y que se vuelva al lugar que le señalaste. Que no baje con nosotros a la batalla, no sea que se vuelva contra nosotros durante la lucha. ¿Cómo se ganará éste el favor de su dueño mejor que con las cabezas de estos hombres?
5 No es éste David de quien cantaban en coro: Saúl mató sus miles y David sus diez miles?»
6 Aquís llamó a David y le dijo: Te juro por Dios que tú eres leal y me hubiera gustado que salieras y entraras conmigo en el campamento, porque nada malo he hallado en ti desde el día en que viniste a mí hasta hoy, pero no eres bien visto por los jefes.
7 Ahora vuélvete y vete en paz, y así no harás nada malo a los ojos de los jefes de los filisteos.»
8 David dijo a Aquís: «¿Qué he hecho yo y qué has hallado en tu siervo, desde el día en que me puse a tu servicio hasta hoy, para que no pueda ir a luchar contigo contra los enemigos del rey, mi señor?»
9 Respondió Aquís a David: «Bien sabes que me eres grato como un ángel de Dios; pero los jefes filisteos han dicho: “No bajará al combate con nosotros.”
10 Levántate de mañana, con los servidores de tu señor que han venido contigo y vayan al sitio que les he asignado. No guardes resentimiento en tu corazón, porque me eres grato. Levántense de mañana y partan en cuanto sea de día.»
11 David y sus hombres se levantaron temprano para partir por la mañana y volverse a la tierra de los filisteos. Los filisteos por su parte subieron a Jezreel.
1 Samuel 30
David derrota a los amalecitas
1 Cuando David y sus hombres llegaron al tercer día a Siclag, los amalecitas habían hecho una incursión contra el Négueb y contra Siclag, y habían irrumpido en Siclag incendiándola,
2 y llevándose las mujeres y cuanto allí había, pequeños y grandes. No mataron a nadie, sino que se los llevaron cautivos y se fueron por su camino.
3 Cuando David y sus hombres llegaron a la ciudad, se encontraron con que estaba incendiada, y sus mujeres, sus hijos y sus hijas habían sido llevados.
4 David y las tropas que con él estaban alzaron su voz y lloraron hasta quedar sin aliento.
5 Habían sido llevadas las dos mujeres de David, Ahinoam de Jezreel y Abigail, la que fue mujer de Nabal el de Carmelo.
6 David estaba muy preocupado porque la tropa quería apedrearlo, todos estaban muy disgustados por lo que había sucedido a sus hijos. Sin embargo, puso su confianza en el Señor (יהוה) su Dios,
7 Dijo David al sacerdote Abiatar, hijo de Ahimélec: «Acércame el efod.» Abiatar acercó el efod a David.

















































































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