Page 477 - Biblia el Unico Dios
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4 Fue el rey a Gabaón para ofrecer allí sacrificios, porque aquel es el lugar alto principal. Salomón ofreció mil holocaustos en aquel altar.
5 En Gabaón el Señor (יהוה) se apareció a Salomón en sueños por la noche. Dijo Dios: «Pídeme lo que quieras que te dé.»
1Re.9:2
6 Salomón dijo: «Tú has tenido gran amor a tu siervo David mi padre, porque él ha caminado en tu presencia con fidelidad, con justicia y rectitud de corazón contigo. Tú le has conservado este gran amor y le has concedido que hoy se siente en su trono un hijo suyo.
7 Ahora Señor (יהוה) mi Dios, tú has hecho rey a tu siervo en lugar de David mi padre, pero yo soy un joven que no sabe salir ni entrar.
8 Tu siervo está en medio del pueblo que has elegido, pueblo numeroso que no se puede contar ni numerar por su muchedumbre.
9 Concede a tu siervo, un corazón que entienda para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal, pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande?»
10 Al Señor (יהוה) le agradó que Salomón le hiciera tal petición,
11 y le dijo Dios: «Porque has pedido esto y, en vez de pedir para ti larga vida, riquezas, o la muerte de tus enemigos, has pedido discernimiento para saber juzgar,
12 cumplo tu ruego y te doy un corazón sabio e inteligente como no lo hubo antes de ti ni lo habrá después.
13 También te concedo lo que no has pedido, riquezas y gloria, como no tuvo nadie entre los reyes.
14 Si andas por mis caminos, guardando mis preceptos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo prolongaré tus días.»
15 Se despertó Salomón y era un sueño. Entró en Jerusalén y se puso delante del arca de la alianza del Señor; ofreció holocaustos y sacrificios de comunión y dio un banquete a todos sus servidores.
Sabiduría y prosperidad de Salomón
16 Vinieron por entonces al rey dos prostitutas y se presentaron ante él.
17 Una de las mujeres dijo: «Oyeme, mi señor. Yo y esta mujer vivíamos en una misma casa, y yo he dado a luz, estando ella conmigo en la casa.
18 A los tres días de mi alumbramiento, también dio a luz esta mujer; estábamos juntas, no había ningún extraño con nosotras en la casa, fuera de nosotras dos.
19 El hijo de esa mujer murió una noche, porque ella se había acostado sobre él. 20 Se levantó ella durante la noche y tomó a mi hijo de mi lado, mientras tu sierva dormía, y lo acostó en su regazo, y a su hijo muerto lo acostó en mi lado. 21 Cuando me levanté por la mañana para dar de mamar a mi hijo, lo hallé muerto; pero fijándome en él por la mañana vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz.»
22 La otra mujer dijo: «No, todo lo contrario, mi hijo es el vivo y tu hijo es el muerto.» Pero la otra respondió: «No; tu hijo es el muerto y mi hijo es el vivo.» Y discutían delante del rey.