Page 498 - Biblia el Unico Dios
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18 Pero él le dijo: «También yo soy profeta como tú, y un ángel me ha hablado por orden del Señor (יהוה) diciendo: Hazle volver contigo a tu casa para que coma y beba agua», pero le mentía.
19 Se volvió con él y comió pan y bebió agua en su casa.
20 Estando ellos sentados a la mesa, fue dirigida la palabra de Dios al profeta que le había hecho volver,
21 y gritó al hombre de Dios que vino de Judá, diciendo: «Así dice el Señor y no has guardado la )יהוה( Porque has desobedecido la voz del Señor :)יהוה( orden que el Señor (יהוה) tu Dios te había dado,
22 sino que te has vuelto y has comido pan y has bebido agua en el lugar del que dijo: No comerás pan y no beberás agua, tu cadáver no entrará en la tumba de tus padres.»
23 Después de haber comido y bebido, el profeta que le había hecho volver le aparejó su asno.
24 Partió, y un león le encontró en el camino y le mató; su cadáver yacía en el camino y el asno permanecía junto a él; también el león permanecía junto al cadáver.
25 Pasaron algunos hombres que vieron el cadáver tirado en el camino y al león que permanecía junto al cadáver; entraron y lo contaron en la ciudad en que vivía el anciano profeta.
26 Lo oyó el profeta que le había hecho volver del camino, y dijo: «Es el hombre de Dios que desobedeció la orden del Señor (יהוה), y el Señor (יהוה) lo ha entregado al león que le ha destrozado y matado, según la palabra que le dijo el ».)יהוה( Señor
27 Habló a sus hijos diciendo: «Aparejadme el asno», y se lo aparejaron.
28 Partió, y halló el cadáver tendido en el camino, y al asno y al león que permanecían junto al cadáver. El león no había devorado el cadáver ni había destrozado al asno.
29 Levantó el profeta el cadáver del hombre de Dios, lo puso sobre el asno y lo trajo. Entró en la ciudad el anciano profeta, le lloró y le sepultó.
30 Depositó el cadáver en su propio sepulcro, e hicieron la lamentación sobre él: «¡Ay, hermano mío!»
31 Después que le hubo sepultado, dijo a sus hijos: «Cuando yo muera, me sepultaran en el sepulcro en que ha sido sepultado el hombre de Dios; junto a sus huesos depositaran mis huesos,
)יהוה( porque con toda certeza se cumplirá la palabra que por orden del Señor 32 gritó contra el altar de Bet-El y contra todos los santuarios de los lugares altos que hay en las ciudades de Samaría.»
33 A pesar de esto, Jeroboam no abandonó su mala conducta, sino que volvió a nombrar sacerdotes de entre el pueblo para los santuarios en lugares altos. A quien así lo deseaba, Jeroboam lo consagraba sacerdote de tales santuarios.
34 Este proceder hizo caer en pecado a la casa de Jeroboam y fue causa de su perdición y su exterminio de sobre la faz de la tierra.


















































































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