Page 946 - Biblia el Unico Dios
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10 Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que dé simiente al sembrador y pan para comer,
11 así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará a mí vacía, sin que haya realizado lo que me propongo y haya cumplido aquello a que la envié. 12 Sí, con alegría saldrás, y en paz serán traídos. Los montes y las colinas romperán ante ustedes en gritos de júbilo, y todos los árboles del campo aplaudirán.
13 En lugar del espino crecerá el ciprés, en lugar de la ortiga crecerá el mirto. Será para renombre del Señor (יהוה), para señal eterna que no será borrada.
Isaías 56
Recompensa de los que guardan el pacto de Dios
1 Así dice el Señor (יהוה): Velad por la equidad y practicad la justicia, que mi salvación está para llegar y mi justicia para manifestarse.
2 Dichoso el mortal que tal haga, el hombre que persevere en ello, guardándose de profanar el sábado, guardando su mano de hacer nada malo.
3 Si un extranjero se entrega al Señor(יהוה), no debe decir: «El Señor(יהוה) me tendrá separado de su pueblo.» Ni tampoco el eunuco debe decir: «Yo soy un árbol seco.»
4 Porque así dice el Señor (יהוה): Respecto a los eunucos que guardan mis sábados y eligen aquello que me agrada y se mantienen firmes en mi alianza,
5 yo he de darles en mi Casa y en mis muros monumento y nombre mejor que hijos e hijas; nombre eterno les daré que no será borrado.
6 En cuanto a los extranjeros adheridos al Señor (יהוה) para su ministerio, para amar el nombre del Señor (יהוה), y para ser sus siervos, a todo aquel que guarda el sábado sin profanarle y a los que se mantienen firmes en mi alianza,
7 yo les traeré a mi monte santo y les alegraré en mi Casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán gratos sobre mi altar. Porque mi Casa será llamada Casa de oración para todos los pueblos.
8 Esto lo afirma el Señor (יהוה) que reúne a los dispersos de Israel. A los ya reunidos todavía añadiré otros.
Reproches a los malos jefes
9 Vengan, fieras salvajes; vengan, animales del bosque, a devorar el rebaño; 10 Sus atalayas son ciegos, ninguno sabe nada; todos son perros mudos, no pueden ladrar; ven visiones, se acuestan, amigos de dormir.
11 Son perros hambrientos que nunca se llenan, son pastores que no entienden nada; cada uno sigue su propio camino, sólo busca sus propios intereses.
12 Dicen: «Vamos a buscar vino y bebidas fuertes para emborracharnos.
Y hagamos mañana lo mismo que hoy, o mucho más aún.»
Isaías 57
Condenación de la idolatría de Israel