Page 995 - Biblia el Unico Dios
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17 Y se levantaron algunos de los más viejos del país y dijeron a toda la asamblea del pueblo:
18 «Miqueas de Mamréset profetizaba en tiempos de Ezequías, rey de Judá, y dijo a todo el pueblo de Judá: Así dice el Señor (יהוה) todopoderoso: Sión será un campo que se ara, Jerusalén se hará un montón de ruinas, y el monte de la Casa como cumbre de bosques.
19 ¿Acaso el rey Ezequías y todo el pueblo de Judá mataron a Miqueas? Todo lo contrario: el rey sintió temor del Señor (יהוה) y le pidió que tuviera compasión de ellos. Entonces el Señor (יהוה) no envió contra ellos la calamidad que les había anunciado. ¿Y vamos nosotros a cargar con la responsabilidad de un crimen tan grande?»
20 Pero también hubo otro que decía profetizar en nombre del Señor (יהוה) Urías hijo de Semaías de Quiriat Jearim el cual profetizó contra esta ciudad y contra esta tierra enteramente lo mismo que Jeremías,
21 y oyó el rey Joacim y todos sus grandes señores y jefes sus palabras, y el rey buscaba matarle. Se entero Urías, tuvo miedo, huyó y entró en Egipto.
22 Pero envió el rey Joacim a Elnatán, hijo de Acbor, y otros con él a Egipto,
23 y sacaron a Urías de Egipto y lo trajeron al rey Joacim, quien lo acuchilló y echó su cadáver a la fosa común.
24 Gracias a que Ahicam, hijo de Safán, defendió a Jeremías, impidiendo entregarlo en manos del pueblo para matarle.
Jeremías 27
La señal de los yugos
1 El año cuarto del reinado de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, fue dirigida :)יהוה( esta palabra a Jeremías de parte del Señor
2 Así me ha dicho el Señor (יהוה): «Hazte unas coyundas y un yugo, póntelo sobre tu cuello,
3 y envíalos al rey de Edom, al rey de Moab y al rey de los amonitas, al rey de Tiro y al rey de Sidón por medio de los embajadores que vienen a Jerusalén a ver a Sedequías, rey de Judá,
)יהוה( y dales estas instrucciones para sus señores: «Así dice el Señor 4 todopoderoso, el Dios de Israel: Así dirán a sus señores:
5 Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que hay sobre la faz de la tierra, con gran despliegue de poder y puedo dárselo a quien yo quiera.
6 Ahora yo he puesto todos estos países en manos de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y también los animales del campo le he dado para servirle
7 (y todas las naciones le servirán a él, a su hijo y al hijo de su hijo, hasta que llegue también el turno a su propio país y le reducirán a servidumbre muchas naciones y reyes grandes).
8 Así que las naciones y reinos que no sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y que no sometan su cerviz al yugo del rey de Babilonia, con la espada, con el

















































































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