Page 22 - Mis recuerdos de mi hija
P. 22

Carta a mi hija Marta Bárbara



                                                                               Amada hija.

                                                           Aún siento en mi como si fuera ayer, tu cálido y
                                                            delicado cuerpecito aferrado a mi mientras te
                                                              mantenía en brazos al nacer, esa sensación
                                                          indescriptible que hizo que el universo se parara
                                                         por un instante y en silencio, nos dejara a solas a ti
                                                          y a mi, padre e hija, ternura y amor. Nadie me dijo
                                                          entonces que me perdería tantas cosas de ti, nadie
                                                           me dijo que aquella sensación indescriptible, se
                                                          convertiría en el mayor de los dolores y que cada
                                                          noche arrastro solo con el consuelo de llevarte en
                                                          mi mente y en mi corazón. Vivimos en un mundo
                                                           de locos y locura es la distancia y la lejanía en el
                                                          dolor, cuando hay tanto amor. El alma se desgarra
                                                         y en su sufrimiento por la ausencia de aquella vida
                                                         que diste, cada día gotean recuerdos de ti, hija mía.
                                                         No se que te habrán contado de mi, no se que elixir
                                                         de la mentira te habrán hecho beber para que al fin
                                                          sientas tanto odio por quien solo supo desvivirse
                                                                                  por ti.



         Algún día tu serás madre y entenderás, al igual que cuando yo fui padre entendí. Entenderás que
           el engaño al que te sometieron te hizo vivir en una mentira sobre mí y que cada segundo que
           perdimos juntos, añorarás haberlos vivido, pero quizás sea ya tarde entonces. Yo no pierdo la
           esperanza, y la puerta de mi alma sigue abierta a la espera de verte llegar, aunque sea solo de
         lejos. Seguramente te dijeron que me olvide de ti, que mi amor se agotó y que no quise ser quien
          tu querías que fuera, y nada más lejos de la realidad, nada más cruel que te hayan hecho creer
            eso. Desde mi amor pelee, luché, insistí hasta el límite, ante quien podía decidir, pero no me
          escucharon. Sentí la impotencia y la rabia, porque poco a poco me arrancaban cada segundo de
           existencia junto a ti. Desde el fondo del precipicio donde caí, aún ahí seguía pronunciando tu
          nombre, y cada día al despertar, tu imagen me acompaña, y durante el día saber que estas bien
           me consuela. Te has convertido en una hermosa mujer y la vida te regalará mil regalos. No los
        desaproveches, tómalos y disfrútalos. No importa ya si dejé de existir para ti porque a mi solo me
           importa que tu si existas para mi, y allá donde vaya, en esta vida o en otras vidas, tu siempre
             serás mi hija amada, ausente pero siempre presente, distante pero siempre cercana en mi
         corazón. Quizás escuchaste a todos, quizás decidiste creer a todos, pero nunca me preguntaste a
           mí, y aunque muchas veces intenté acercarme a ti, nunca te dejaron escucharme. Hoy ya eres
          mayor de edad, eres responsable, eres mujer. Hoy también es el tiempo de la verdad, el tiempo
         que toca decidir por la verdad o seguir viviendo en la mentira. ¿Te has preguntado alguna vez el
           motivo por el que nunca han dejado que hables conmigo? Solo tiene miedo a la verdad quien
          realmente miente, y yo no tengo miedo a la verdad, solo tengo miedo a no verte nunca más. Yo
                  siempre seré tu padre, y siempre te esperaré, aunque tu no quieras volver a mi.


                               De tu padre que siempre te amará y siempre te esperará.
   17   18   19   20   21   22   23