Page 3 - Samuel Sanchez Miguel
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Esta ley recuerda mucho a la forma de la ley de Coulomb para las fuerzas
electrostáticas, ya que ambas leyes siguen una ley de la inversa del cuadrado (es
decir, la fuerza decae con el cuadrado de la distancia) y ambas son proporcionales
al producto de magnitudes propias de los cuerpos (en el caso gravitatorio de sus
masas y en el caso electrostático de su carga eléctrica).
Aunque actualmente se conocen los límites en los que dicha ley deja de tener
validez (lo cual ocurre básicamente cuando nos encontramos cerca de cuerpos
extremadamente masivos), en cuyo caso es necesario realizar una descripción a
través de la relatividad general enunciada por Albert Einstein en 1915, dicha ley
sigue siendo ampliamente utilizada y permite describir con una extraordinaria
precisión los movimientos de los cuerpos (como planetas, lunas o asteroides)
del Sistema Solar, por lo que a grandes rasgos, para la mayor parte de las
aplicaciones cotidianas sigue siendo la utilizada, debido a su mayor simplicidad
frente a la relatividad general, y a que esta en estas situaciones no predice
variaciones detectables respecto a la gravitación universal.