Page 54 - La vida de Baden-Powell en cuadros
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Así fue, había ahí
una hondonada
entre las rocas atestadas de nativos: B.-P. se les acercó.
Las mujeres temiendo una matanza gritaban. Un pequeño
niño negro, cayó de una de las rocas, Baden-Powell lo
levantó y le dio algo con qué jugar.
Milagrosamente la gritería cesó. Dinizulú se rindió.
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