Page 351 - Historia antigua de Megico: : sacada de los mejores historiadores espnoles, y de los manuscritos, y de las pinturas antiguas de los indios; : dividida en diez libros: : adornada con mapas y estampas, e ilustrada con disertaciones sobre la tierra, los animales, y los habitantes de Megico.
P. 351
55
33G HISTORIA ANTIGUA DE MEGICO.
No es menos estraño el otro error sobre que ningún Indio recibe
el orden sacerdotal. ¡ Es posible que en este, y otros puntos se
muestre tan mal informado un escritor que reunió tan vasta librería
de escritores de America, y que recibió de Madrid tantas noticias
sobre el Nuevo Mundo ! Sepa el Dr. Robertson que aunque el pri-
mer concilio provincial celebrado en Megico el año de 1555 prohibiese
que se ordenasen los Indios, no ya por su incapacidad, si no por que
se creia que del envilecimiento de su condición redundase alguna
infamia al estado eclesiástico, el tercer concilio provincial de 1585,
que fue el mas célebre de todos, y cuyas disposiciones están en vigor,
permitió que se les confiriese el orden sacerdotal, con las precauciones
debidas. Pero conviene saber que los decretos de uno y otro con-
cilio comprenden igualmente, y bajo los mismos términos, a los Indios,
y a los Mulatos, esto es, los hijos o decendientes de sangre Europea,
y Africana, y sin embargo nadie duda del gran talento, y de la capa-
cidad de los Mulatos para toda clase de ciencias. Torquemada, que
escribió su Historia en los primeros años del siglo xvn, dice que no
era común admitir Indios a las ordenes religiosas, ni al sacerdocio,
por su violenta inclinación a la embriaguez : pero al mismo tiempo
asegura que en su tiempo habia sacerdotes Indios, sobrios, y egem-
plares : asi que hace a lo menos 170 años que empezaron a recibir el
sacerdocio. Desde entonces ha habido tantos sacerdotes Americanos
en Megico, que podrían contarse por millares ; entre ellos algunos
centenares de párrocos, muchos canónigos, y doctores * y, según con-
Actualmente hai un gran numero de
geturas, un obispos doctisimof .
sacerdotes, no pocos párrocos, y entre ellos tres o cuatro dicipulos
mios. Si en hechos tan positivos erró tan groseramente el historiador
* Entre estos doctores es digno de particular mención D. Sebastian Grijalva,
natural de Ocozoquauhtla, pueblo grande de la diócesis de Chiapa. Habiendo
venido a España, recibió el grado de Doctor en Teología, en la universidad de
Salamanca, donde adquirió una gran reputación por su saber. Regresado a
America, fue nombrado Párroco de su pais, y alli hizo tan sabios reglamentos
para la conducta civil, y Cristiana de sus compatriotas, que su Parroquia bubiera
debido ser el modelo de todas las de America. Hasta nuestros dias se han con-
servado alli los efectos de sus prudentes disposiciones. Escribió una docta
obra teológica sobre la Inmaculada Concepción de la Virgen, cuyo original se
bailaba en la librería del colegio de Jesuitas de Ciudad Real, Capital de aquella
Diócesis.
f D. Juan de Merlo, Obispo de Honduras, y antes vicario general del Obispo
Palafox. No be podido bailar ningún autor que hable de su patria, pero en
la opinión general pasa por Tndio.