Page 100 - El Orinoco, ilustrado, y defendido, historia natural, civil, y geographica de este gran rio, y de sus caudalosas vertientes: govierno, usos, y costumbres de los Indios sus habitadores con nuevas, y utiles noticias de animales, arboles, frutos, aceytes, resinas, yervas, y raices medicinales
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                               84 EL ORINOCO ILUSTRADO,
                             canfar un rato; y como treguas , para pre¬
                              venir los pertrechos para nuevas guerras : co¬
                              mo fi fe huvieran unido las gentes , y forma¬
                              do los Reynos, folo para combatirfe, y qui-
                              tarfe las vidas unos a otros.
        Guerras conti¬                Y afsi nadie eftrañará , que fnceda eftó
        nuas de los            mifmo entre aquellas diminutas , y barba¬
        Gentiles entre
                               ras Naciones del grande Orinoco , y fus ver-
         si.
                               tientes y cuyas mutuas y y continuas guei>
                               ras folo fe finalizan al tiempo , que les va
                               Amaneciendo aquella paz del Evangelio , que
         Solo el Santo
         Evangelio def          el Cielo intimó la noche de nueftra mayor
         tierra las guer¬       dicha , á los humildes , e ingenuos Paílo-
         ras de entre i os
                                res de Belén : allí realmente fe verifica , que
         Indios.
                                los Mifsioneros evangelizan la paz , no folo
                                eterna para las almas, fino también la tem¬
                                poral ; porque con el Bautifmo fe unen en¬
                                tre si las Naciones mas enemigas ; si bien es ,
                                verdad , que cueílan las paces muchos paífo-s
                                a los Mifsioneros , quedan con mucho güi¬
                                 to : porque por Ifaias faben , que fon pre-
                                 ciofos los pies que evangelizan la paz.
                                        Pero fiendo, en efte antiguo Mundo , el
                                 ordinario motivo de las guerras ampliar los
                                 Reynos , y dilatar los Dominios ; no tenien¬
                                  do tal anfia , ni defeo aquellos Centres del
                                  Orinoco , porque les fobra terreno , fin que
                                  haya Nación de aquellas ,que fe halle eílre-
                                  chada con, términos , y linderos , ts digno de
                                  faberfe el motivo de tan fangrientas , y con¬
                                  tinuas guerras , como entre si fomentan. Lue¬
                                   go trataremos de íus Gefcs , de las ceremo¬
                                   nias con que los gradúan ? del modo con
                                                                                                             que





