Page 263 - Historia política y militar de Napoleón Bonaparte, puesta en su verdadero punto de vista
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 1812. de  la  conspiración,  ya  la  guardia  de  la  do,  Napoleon  conservó  su  prestigio;  y  1812.
 Emperatriz  se  habia  apoderado  de  los  la fuerza  de  su  carácter  continuó  domi-
 conspiradores,  y  repuesto  las  cosas  en  nándolo todo,  y  obligando  á  todos  á que
 el  estado  en  que  se  bailaban  pocas  ho-  no  se hiciese  mas  voluntad  que  la  suya.
 ras  antes.  Sin  embargo,  la  existencia  de  La  entrada  en  Wilna  fue  seguida  de
 esta  conspiración  daba  bien  á  entender  desórdenes  tanto  ó  mas  deplorables  que
 que un  tirano  con  dificultad  se  sostiene  en  Smolensko.  La  tropa  estaba  desmo-
 mientras  triunfa;  y  cae  sin  remedio  des-  ralizada ;  y  así  se  cometieron  todos  los
 de el momento  en  que  la fortuna le vuel-  excesos  imaginables,  y  en  particular  se
 ve  el  rostro.  forzaron  los  almacenes  y  puestos  de  ví-
 Luego  que  se  supo  la  llegada  de  Na-  veres.  Los  generales  lograron  aquietarla
 poleón  á París,  pasaron  las  autoridades  con buenas  palabras,  y  la  cosa  no  tuvo
 á  cumplimentarle,  felicitándole  por  las  mas  funestos  resultados.  Los  soldados
 brillantes  victorias  que  habia  obtenido  comenzaban  á  descansar,  y  pasaron  al-
 sobre  los  rusos,  y  por  el  feliz  éxito  de  gunos  dias  contentos con  la esperanza  de
 la  campaña  (el  dia  antes  se  habia  pu-  que durante  el invierno  no  tendrían  ene-
 blicado  en  París  el  boletin  29,  que  cau-  migos  que  les  perturbasen  el  reposo;
 só  una  consternación  general;  porque  cuando  á  pocos  dias  se  dejó  ver  sobre
 en  él  se  anunciaban  con  bastante  clari-  Wilna  la  vanguardia  del  ejército  ruso,
 dad  los  desastres  del  ejército).  Tales  que  apenas  constaba  de  5,000  cosacos.
 eran  los  aduladores;  y  tal  el  hombre  Bastó  la  sola  noticia  de  que  se  aproxi-
 que  se  dejaba  adular.  En  medio  de  to-  maban  los  cosacos,  paraque  un  terror
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