Page 371 - Historia política y militar de Napoleón Bonaparte, puesta en su verdadero punto de vista
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 1815. tas que se  escribían.  Solo  la  tranquilidad  menos  insoportable.  Se dedicaba  algunas  1815.
 de  Europa,  dos  veces  perturbada  por  el  horas  en escribir,  ó dictar  sus  memorias:
 héroe  famoso  del  siglo  xix,  pudo  justi-  se  empleaba  en  el  ejercicio  de  caballo  ó
 ficar  medidas  tan  rigurosas  y  violentas  en  el  de  la  caza:  recibía  visitas  de  via-
 contra  un  hombre,  que  sin  embargo  de  jeros,  ó  de los habitantes  de la Isla; y  te-
 ser usurpador,  había  sido  reconocido  So-  nia  gusto  en  admitir  á  su  mesa  á  los ofi-
 berano  por  los  tratados  mas  solemnes:  ciales  ingleses,  que  también  hallaban  sa-
 cuya  amistad  habían  solicitado:  en  cuya  tisfacción  en  conversar  con  él.  El  afecto
 alianza  se  habían  gloriado  todos  los  que  de  los  amigos,  que  quisieron  seguirle  en
 buscan  amistades  y  alianzas  de  personas  el  destierro,  contribuyó  á  aliviar  las  pe-
 poderosas,  aun  cuando  son  criminales;  nas  de  su  cautiverio:  al principio  parecía
 al  paso  que  se  desdeñan  de  tratar  con  que no le faltaba resignación  y  calma  pa-
 los  humildes  y  caidos,  aun  cuando  sean  ra  sufrir la  adversidad.  Pero,  habiéndo-
 virtuosos.  Ciertamente  á Napoleon  le  hu-  se  mudado  en  junio  de  1816  el goberna-
 biera  tenido mas  cuenta  morir  en  el  cam-  dor  de  la  Isla,  ó  sea  porque  se  sospecha-
 po  de batalla; porque  se  hubiera  ahorra-  se  alguna  inteligencia  secreta  entre  Na-
 do  los  tormentos  de  seis  años  de  una  vi-  poleon  y  sus  amigos  de  Europa,  ó  sea
 da  tan  contraria  á  su carácter  como  á  su  por  el  carácter  duro  del  nuevo  goberna-
 fortuna,  que  le  hicieron  sufrir  por  otro  dor  Hudson-Lowe,  la  vigilancia  que  se
 tanto  tiempo  una  muerte  prolongada.  ejerció  sobre  el  prisionero  fue  extrema-
 Puesto  en  Longwood  arregló  las  horas  da.  Ya  no  podia  dar  largos  paseos  á  ca-
 del  dia  de  modo  que  su  situación  fuese  ballo,  porque  se  le  habían  acortado  los
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