Page 155 - Novelas
P. 155

IV.


                     LA FAMILIA.


             pesar del aspecto fantástico con que la
             casa se presentaba á  la sencilla imagi-
             nación de  los aldeanos,  dentro de ella
       se pasaba la vida todo  lo más tranquilamente
       que se puede pasar en  el mundo. Sin embargo,
       el señor de Llanoverde llevaba allá en el fondo
       de su alma un disgusto que nublaba las  pacífi-
       cas horas de su existencia. Porque á los treinta
       años de casado, y cuando su edad se iba acer-
       cando á los setenta  ,  se encontraba sin más he-
       redero que una  hija única y  si  el buen señor
                            ;
       se decidió al fin á casarse, fué, ni más ni menos,
       que por tener un hijo que llevara su nombre.
        No se podía conformar con  la idea de ser el
       último varón de su raza y veía interrumpida
                           ,
       la línea recta de la familia  , que  , por la antigüe-
   150   151   152   153   154   155   156   157   158   159   160