Page 23 - Novelas
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ORIGEN DE ESTE LIBRO.     15

      y siendo así  , convengamos en que no ha de des-
      perdiciar ocasión en que pueda hacer alguna de
      las suyas.
        No hay ningún motivo para sospechar que en
      su habitual morada disfrute de grandes comodi-
      dades, y no es extraño que se deje traer por sus
      antiguas aficiones  al mundo, hoy que tantos
      placeres y tantas novedades le ofrece. ¿Por qué
      no ha de echar él también su cana al aire?
        Semejante á un autor anónimo  , bien puede
      presentarse en el teatro del mundo á presenciar
      por sí mismo el éxito de su obra  , confundiendo
      con los aplausos de las multitudes el ruido de
      sus propios aplausos. Aunque no sea más que
      por los encantos del contraste  , el príncipe de las
      tinieblas se debe encontrar como en su casa en
      medio del siglo de las luces.
        Estas cosas pensaba yo dando vueltas en mi
      imaginación á la imagen del diablo que se me
     presentaba en continua variedad de formas  , re-
     solviéndose unas en otras como esos dibujos
     fantásticos con que llena nuestros ojos la oscu -
     ridad, cuando reparé en un gran pliego cerrado
     que se hallaba delante de mí sobre  la mesa en
     que escribo, y, como vulgarmente se dice, sa-
     cándome los ojos.
       Me parecía imposible que no lo hubiese visto
     antes y estaba seguro de no haberlo visto  , y
          ,
     era al mismo tiempo indudable que se hallaba
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