Page 382 - Novelas
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         374         OBRAS DE SELGAS.
         eos son los dos, y caballos unos y otros; pero
         en Trice hay ahora una compañía sobresaliente
         anoche estuve, y los vi hacer prodigios.
           — ¿Estuviste anoche?
           — Sí.
           — ¿Hubo mucha gente?
           — Mucha.
           — ¿Te divertirías?
           — ¡Phs!
           — ¿A quién viste?
           — Vi.... (contestó Victoria)  ; no recuerdo en
         este momento. Ah  ! Sí, ahora caigo  : vi á Plácido.
                     ;
           — Hola (exclamó Leocadia. ) Es natural  ; pa-
             ¡    !
         rece que ha de ser aficionado á los caballos.
           Victoria movió la cabeza.
           —¿No?—preguntó Leocadia.
           — Sí (le contestó su amiga). Todos los hom-
         bres son aficionados á los caballos; y si no fuera
         más que eso  , pase.
           — Qué! ¿Hay más?
             i
           — ¡Vaya  !
           — ¿Qué hay?  -
           Aquí la morena hizo un gracioso gesto con
         la boca  , contestando  :
           — Chica; el Sr. D. Plácido tiene todas las tra-
         zas de un insigne calavera.
           — Qué dices! — exclamó Leocadia.
             ¡
           — Lo que oyes  : es amigóte de  los clowns ; 1
          figúrate tú qué gente  ! Allí lo veía entrar y sa-
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