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CALAVERITA. Giselle Huerta González. 2° B. CALAVERITAS. Dionisio García Martínez. 2° B.
LA CATRINA LADIRECTORA Y LA FLACA.
De pronto llega la catrina feliz como una lombriz La directora estaba sentada
llega buscando al niño feliz en la orilla de la borda
por chimuelo y chillón y entonces llega la flaca
a descansar al panteón. y le fue de la fregada.
LA MUERTE.
Gustavo Martínez Martínez. 2° B. La catrina.
Estaba la pobre muerte
Estaba la catrina comiendo mandarina angustiada por los salones
cuando de repente se cayó su mandarina porque la maestra
al intentar robarle otra a su madrina
le dio malas calificaciones.
apareció su madrina y le partió su mandarina
al estar muy adolorida decidió irse a la cantina. RULFO Y LA MUERTE.
La actitud del mexicano ante la muerte, manifiesta en la celebración del
David García Moreno
Día de Muertos, refleja que la conquista española no arrancó las raíces de
A MIS COMPAÑEROS DE 2° B su ser íntimo. Los aztecas rendían culto a los muertos, como lo hacían los
Mis compañeros se mataron pueblos de la antigüedad grecolatina y de la cultura hebrea. El cuidado de
yo no lo pude entender
los muertos responde a la necesidad humana de oponerse a la aniquilación
se mataron de alegría
completa. El tema de la muerte, que constituyó una obsesión para Rulfo, se
por no poder aprender. muestra en “Luvina”, “Paso del Norte” y “Talpa”, en los que vemos el
A LOS MAESTROS DE 2° B culto o el cuidado de los muertos. Para el mexicano, quienes han
La maestra es regañona conseguido dejar atrás esta vida sin valor son seres superiores, por ese solo
el maestro es enojón
hecho. De ahí que les rinda homenaje. Quizás de la lectura de Rulfo se
los alumnos desean que
puede deducir la respuesta a la pregunta de por qué el mexicano no le teme
se vayan al panteón. a la muerte. La encontramos en boca de Gamaliel, quien, “sentado sobre el
mostrador, maldijo a su madre, se maldijo a sí mismo y maldijo infinidad
Leonel García Martínez. 2° B.
de veces a la vida, ‘que valía un puro carajo’”. (Pedro Paramo) Tal vez por
A la maestra Karla
Estaba la maestra Karla ello México se desborde en el festejo a sus muertos. Si esta vida vale un
chateando en el WhatsApp puro carajo, qué mejor que festejar a aquellos que ya se han librado de sus
males, qué mejor que burlarse de esa realidad desconocida, en el fondo
de repente llega la calaca
anhelada. Rulfo invocó a la muerte para aligerar así la carga de la
y le dice te llevaré al panteón
existencia, para sacar los recuerdos de las barrancas a través de la literatura.
a ti y al maestro por enojón
porque en la noche va a ver En el fondo, todos somos como los habitantes que describe Rulfo.
un reventón en el panteón. Andamos de aquí para allá con nuestros muertos a la espalda, cual Eneas
eterno, y aun cuando los abandonamos, los seguimos cargando. Quizás el
Francisco Javier Dávila Juárez. 2° B aire angustiado de Rulfo se debía a que llevaba a cuestas todos sus muertos.
Estaba la calaca tilica y flaca en el salón Tal vez era con ellos con quienes dialogaba mientras cruzaba las calles que
cuando al maestro Armando el calzón se le cayó lo llevaban al Instituto Indigenista para cumplir con faenas de la vida
al panteón te voy a llevar por enojón y regañón ordinaria. Porque él mejor que nadie supo que “los muertos pesan más que
pues los alumnos te quieren organizar un pachangón los vivos; lo aplastan a uno”. (El llano en llamas).
para que se te quite lo regañón y enojón. Profr. Aurelio Duarte Ávila. du@rte.
Punto y Aparte. 13 años. Juan Rulfo. 63 años del Llano en llamas. Día de Muertos. Tradición Viva de México. www.teleseneca.edu.mx
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