Page 4 - Mi amigo, mi gran secreto
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- ¡No! Tenemos que seguir adelante.
Yo seguiré pedaleando. Contesto
Kike.
- ¡Pensé que nunca lo dirías!…
manifestó Daniel.
Y así continuaron el viaje durante otro
rato. De pronto Daniel mira al cielo y ve
un montón de nubes negras
pronosticando una gran tormenta.
-Creo que debemos buscar refugio. ¡Va a llover!
Comenta Daniel.
-¿Ves allá al fondo? un poco más adelante hay una
casa abandonada, allí podemos escampar.
Rato después, llegaron a la casa abandonada. Daniel
estaba agotado, pero en vez de calor sintió un aire frío
que recorrió su cuerpo,se le erizo la piel y sus cabellos
se pusieron de punta. Muy asustado retrocedió.
-¿No sientes algo? le Pregunta
Daniel a Kike
-No. ¿Qué te pasa? dice Kike.
¡No seas cobarde, vamos…
entremos!.
La puerta estaba asegurada con
candado. Así que decidieron dar
una mirada a las ventanas.
Contaron con suerte porque una
de ellas se encontraba
semiabierta.
Daniel y Kike se dirigieron hacia
ella con mucha precaución.
Pero la ventana era demasiado
alta para Daniel..