Page 25 - Ominosus: una recopilación lovecraftiana
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pero le preocupa el retraso acumulado—. ¿Le apetece venir a desayunar con
la señora Clay y conmigo?
«Clay». Un apellido honrado para un yanqui honrado.
—¿No le importará?
—No le importará si a mí me parece bien —dice Burt—. Ya le he dicho
que a lo mejor nos hacía una visita.
Ya que lo ha acarreado desde el hostal, Harding guarda su equipo en el
Bluebird y lo cubre con una lona impermeable, y con el café en una mano y el
periódico debajo del brazo sigue a Burt por la orilla.
—¿Alguna novedad? —pregunta Burt cuando llevan recorridos unos cien
metros.
Harding se pregunta si es que no lee el periódico o si únicamente intenta
darle conversación.
—En Alemania todo sigue igual.
—¡Diantre! —exclama Burt. Niega con la cabeza y el pelo, de un color
gris metálico, le asoma por debajo de la gorra apuntando en todas direcciones
—. ¿Y qué piensa hacer, alistarse?
La mueca que hace al mirar a Harding los convierte, en el fondo, en dos
veteranos. Tienen más o menos la misma edad, aunque la vida de Harding,
transcurrida en interiores, le hace parecer más joven. Harding niega con la
cabeza.
—Aunque Roosevelt se decidiese a que participásemos, no me dejarían
combatir —confiesa amargamente. Lo mismo había sucedido en la Gran
Guerra; los soldados negros prácticamente solo trabajaban en el área de
suministros, y gracias. Al menos Nathan Harding pudo defenderse
disparando.
—Siempre he oído decir que los negros preferían que no los destinasen al
frente —dice Burt, y Harding no puede evitar echarse a reír.
—¿Acaso alguien lo preferiría? —contesta cuando por fin se muerde el
labio para dejar de carcajearse—. Eso no significa que no estemos dispuestos.
O que no podamos.
Booker T. Washington se crio siendo esclavo y murió joven de
agotamiento —Harding piensa que seguramente a Burt le pasará lo mismo—
y estaba convencido de que había que imitar y apaciguar a los blancos. Pero
W. E. B. DuBois nació en el norte y no creía que se pudiese arreglar nada
volviéndose transparente, inofensivo, invisible.
Burt, con precisión, lanza entre los dientes un buen escupitajo de tabaco.
—Parlez-vous français?
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