Page 70 - En nombre del amor
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NICHOLAS SPARKS En Nombre del Amor
—Son el grupo de gente más entrañable que jamás hayas conocido —proclamó Travis—. Son más como una familia que un grupo de amigos.
Gabby estudió a Travis mientras éste se quitaba la gorra de béisbol y súbitamente comprendió la jugada.
—Stephanie te ha enviado aquí para que hables conmigo, ¿no?
—Sí —admitió—. Me ha recordado que eres mi invitada y que sería un acto de grosería imperdonable si no me aseguro de que estás a gusto.
—Estoy bien. —Hizo un gesto con la mano—. Si quieres volver al timón, adelante. Me encanta la idea de quedarme aquí sentada, disfrutando de la vista.
—¿Has estado antes en Cape Lookout? —le preguntó Travis.
—No.
—Es un parque nacional y hay una cala que es fantástica para los niños porque las olas llegan a la orilla sin fuerza. Y en la otra punta (por el lado del Atlántico) hay una playa de arena blanca totalmente virgen, de las que ya casi no quedan.
Cuando hubo acabado, Gabby lo observó mientras él desviaba su atención hacia Beaufort. El contorno del pueblo era visible; justo un poco más lejos del puerto deportivo, donde los mástiles de los veleros apuntaban hacia el cielo como unos dedos levantados, Gabby divisó los restaurantes que se alzaban en la primera línea de la costa. Barcas y motos acuáticas se cruzaban con ellos a gran velocidad, dejando estelas de espuma blanca a su paso. Aunque no quería darle importancia, Gabby era consciente del cuerpo de Travis recostado levemente contra el suyo mientras la barca surcaba las aguas.
—Es un pueblo muy bonito —apuntó ella, finalmente.
—Siempre me ha gustado —convino él—. Cuando era más joven soñaba con irme a vivir a una gran ciudad, pero, al final, éste es mi hogar.
Se giraron hacia la cala. A sus espaldas, Beaufort fue quedando diminuta; un poco más lejos, delante de ellos, las aguas de Onslow Bay abrazaban el Atlántico. Una nube solitaria cruzó por encima de sus cabezas, oronda y compacta, como si estuviera hecha de nieve. El cielo azul celeste se extendía sobre el agua salpicada de prismas dorados de la luz del sol. Al cabo de un rato, la enloquecida actividad en Back Sound dio paso a una sensación de aislamiento, únicamente interrumpida por la visión de alguna barca esporádica que se dirigía a la zona menos profunda de Shackleford Banks. Las tres parejas en la parte delantera de la barca estaban tan fascinadas con la vista como ella, e incluso los niños parecían haberse calmado. Permanecían sentados en los regazos de sus padres con carita de satisfacción, con los cuerpos visiblemente relajados, como si estuvieran listos para hacer una siesta. Gabby notaba que el viento le azotaba el pelo con suavidad y también la agradable sensación del sol sobre su piel.
—¡Oye, Trav! ¿Aquí está bien? —gritó Stephanie.
Travis salió de su ensimismamiento y echó un vistazo en derredor.
—Adelanta un poco más. Quiero estar seguro de que tenemos suficiente espacio. Hoy hay una novata a bordo.
Stephanie asintió y la barca volvió a acelerar. Gabby se inclinó hacia él. —Por cierto, ¿qué tengo que hacer?
Escaneado por PRETENDER – Corregido por Isabel Luna Página 70


































































































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