Page 12 - 24 Horas en Movimiento Digital Edición 20-03-2023
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ace 40 años En las vías principales de la
Uyuni fue reco- población se apuestan los guías
nocida como turísticos que ofrecen una serie
“La hija predi- de tours, de uno, de tres y hasta
Un recorrido de contrastes: Hlecta de Boli- de cinco días. Ahí llegan fami-
via” por el rol protagónico que lias de diferentes ciudades del
De la magia del tuvo durante la Guerra del país, parejas extranjeras o gru-
Chaco (1932-1935), al ser el pos de turistas que buscan las
epicentro de atención a los mejores ofertas para esos días.
Mientras uno camina se en-
combatientes y también por-
que su estación de trenes fue la cuentra con bolsas, botellas y
salar al descuido minerales a través del puerto calle. No hay contenedores de
conexión clave para exportar hasta pañales tirados en plena
desechos, excepto algunos pe-
de Antofagasta, en Chile.
Hablar de Uyuni siempre queños basureros en el boule-
ha sido motivo de orgullo, de- vard principal, adornado por
jardines con girasoles. Es lo
bido a la nostalgia de la pu-
de Uyuni janza ferroviaria y la reserva único colorido que se observa,
de litio que guarda el salar. Sin pues el resto de la población
embargo, de hija “distinguida” está lleno de tierra, promonto-
de Bolivia parece que no queda rios que luego se transforman
nada. en pequeños remolinos.
La población está inundada Un grupo de cinco comen-
de basura, sus calles llenas de sales ingresan a un restaurante,
tierra y agua estancada, algu- en cuya puerta hay una amplia
nos de sus habitantes andan a oferta de platos. Se acomodan
la defensiva. Uyuni está anqui- en una mesa y una mujer se
losada en el tiempo y todos acerca con el menú. No saluda
esos factores opacan la visita y solo advierte que la comida
de cualquier turista, boliviano tardará unos 50 minutos. Se re-
o extranjero. tira.Cuando el grupo ya sabe
Es sábado de Carnaval, qué pedirá, llama a la señora,
pero puede ser un día cual- quien a los lejos grita: “¡un
quiera. Llegamos a Uyuni a rato!”, mientras sigue viendo
mediodía, después de viajar tele. Se para y camina lenta-
cuatro horas desde Potosí. El mente. Uno de los turistas le
bus nos deja en una calle que pide sopa de maní y la mujer
aparentemente está cerca de la salta furiosa: “No tengo de
terminal. Muchos turistas con maní, ahí está todo lo que
mucha emoción por el largo fe- tengo (muestra el menú), la
riado, pero se tropiezan con los sopa de quinua no tiene
adoquines salidos de las calles, carne”.Los visitantes se retiran
con el mal olor de las bocas de del lugar, mientras la anfitriona
tormenta y también con el descarga su rabia en palabras
humor de algunos anfitriones. que se pierden por el ruido de
Uyuni es la capital de la la calle.En otro restaurante, la
provincia potosina Antonio joven que atiende, antes de dar
Quijarro y está a 3.700 metros la bienvenida y ofrecer su
sobre el nivel del mar. A lo menú, advierte que sólo se
lejos se observa la población debe pagar en efectivo, no re-
asentada en medio de un de- cibe tarjeta y que los platos sal-
sierto árido. drán en 40 minutos.