Page 19 - SOFY_ La Guardiana de los Sombreros Libro intec (Julia Perellon Mancebo)

Con un gesto lleno de gracia y misterio, Sofy extendió su mano
hacia Julia. En su palma yacía un anillo, resplandeciente y enigmático,
que parecía contener un universo entero. Julia, llena de emoción y
curiosidad, tomó la mano de Sofy. En un abrir y cerrar de ojos,
ambas se encontraban de pie en medio del esplendor del antiguo
Egipto.
"¿Sabías", comenzó Sofy con una sonrisa llena de picardía en su
rostro, "que los faraones llevaban tocados para representar su estatus
divino? ¡Era como si los dioses mismos los coronaran! Pero no te
dejes engañar por su apariencia solemne. Hay una anécdota bastante
divertida acerca del faraón Tutankamón. Aparentemente, tenía una
fascinación por los sombreros, ¡y era muy coqueto con su aspecto!
Imagina ser un dios-rey y aún así preocuparte por tu apariencia".
Julia soltó una carcajada y le dio un codazo amistoso a Sofy.
"Vaya, eso sí que es algo que no me esperaba de un faraón. Ahora
entiendo que la vanidad trasciende todas las épocas".
Un parpadeo después, ambas estaban en la antigua Grecia,
admirando a los ciudadanos que portaban con distinción sus petasos,
sombreros de ala ancha ideales para viajar bajo el ardiente sol
mediterráneo. Julia, observando a los griegos, murmuró pensativa:
"No creo que un petaso me quede bien". Sofy respondió con una
risa suave: "Te sorprenderías, Julia. La gracia de un sombrero no
radica en el sombrero mismo, sino en cómo lo llevas. Y tú, querida,
llevas todo con gracia".
Las risas y las bromas continuaron cuando se encontraron en el
corazón del imperio romano. Sofy señaló a un grupo de filósofos
que llevaban pilos, una especie de gorro de fieltro. "Mira, Julia", dijo,
"¿Ves a esos hombres allí? Los filósofos romanos adoraban los pilos.
Aunque, por supuesto, tenían la costumbre de perderlos cuando se
sumergían demasiado en sus pensamientos".
Julia, parecía algo desilusionada, es que me pregunto, ¿Acaso no
hay más que ver sobre sombreros en está época?
"Oh, definitivamente hay más que explorar", respondí a la
pregunta de Julia. "En la antigua Grecia y Roma, la moda de los

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