Page 20 - SOFY_ La Guardiana de los Sombreros Libro intec (Julia Perellon Mancebo)
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Sofy, la Guardiana de los Sombreros: Un Viaje Encantado a través del Tiempo

              sombreros no se limitaba a los petasos y pilos. Permíteme mostrarte
              más."
                  Con  un  giro  de  mi  mano,  nos  transportamos  a  un  taller  de
              sombrerero en la antigua Atenas. Había varias formas y tamaños de
              sombreros  en  las  estanterías,  cada  uno  con  su  propia  historia  y
              propósito. "Fíjate en esos", señalé a una serie de sombreros cónicos
              llamados pilos. Eran comunes entre los trabajadores, especialmente
              los pescadores, debido a su simplicidad y funcionalidad.
                  Más tarde, nos encontramos en un banquete romano, donde los
              hombres  lucían  el  'causia',  un  sombrero  de  fieltro  con  forma  de
              casquete. Este sombrero era popular entre los macedonios y se decía
              que  Alejandro  Magno  lo  llevaba  con  frecuencia.  Sin  embargo,
              durante  estas  festividades,  los  romanos  también  disfrutaban
              llevándolo.
                  Caminando por las calles de la antigua Roma, también pudimos
              observar a los ciudadanos llevando el 'petasus', un sombrero de ala
              ancha que ofrecía una protección esencial contra el sol. Este tipo de
              sombrero era especialmente útil para los viajeros, y a menudo se
              ataba con una cinta al cuello para que no se volara con el viento.
                  "Entonces,  ¿qué  opinas,  Julia?",  le  pregunté.  "¿Hay  algún
              sombrero de la antigüedad que te gustaría probar?" Las risas y las
              anécdotas  se  mezclaban  con  la  historia  mientras  continuábamos
              explorando el maravilloso mundo de los sombreros en la antigüedad.
                  Con una risa encantadora, Julia señaló un petaso colgado en una
              de las tiendas. "Creo que me gustaría probar uno de esos", admitió,
              señalando el sombrero de ala ancha. "Sí, creo que eso sería perfecto
              para un día soleado en el mercado".
                  "Entonces, que así sea", sonreí, y con un suave movimiento de
              mi  mano,  el  petaso  estaba  ahora  en  la  cabeza  de  Julia.  Se  veía
              encantadora  con  el  sombrero  de  ala  ancha,  que  parecía
              complementar su atuendo de manera perfecta. Nos reímos mientras
              Julia posaba  dramáticamente, mostrando su  nuevo sombrero con
              orgullo.


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