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La trágica noche de Santacruz
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            primo “Tres PPP”, como Dominique Fontaine, “el Valiente”, “Juan
            Sin Miedo” o “El enmascarado de plata” y “Caracortada”.

            En los días que precedieron a su muerte, sacó una lúcida conclusión
            de su vida y sus anhelos, Alejandra Centurión fue la mujer de su
            mundo, de sus aspiraciones, de sus sueños y esperanzas, ella fue ajena
            a la conspiración y hasta el último minuto de su vida, luchó por sal-
            varlo, aunque este último intento fue ya demasiado tarde, cuando la
            muerte le cerró todas las salidas en el túnel del aeropuerto El Trom-
            pillo, que fue un callejón sin salida, una trampa mortal. Una trampa
            maldita, fue un lugar perfectamente elegido por los enemigos de Eu-
            clides.

            El túnel de la muerte está ubicado en la zona sur de la Ciudad de
            los Anillos, justamente en el cuatro anillo. Dos carriles de ida y
            dos de regreso, es fácil tender una celada para matar a un hombre.
            No se puede regresar por donde me dé la gana, existe una jardinera
            que separa entre la ida y la vuelta. Y si algo sale mal, ningún pro-
            blema, “Gigante” también conocido como “El enmascarado de
            plata”, LeoLuca Primitivo Nerón, estaba listo para entrar en acción
            si algo salía mal en el túnel de la muerte. Ametralladora en mano
            él no perdonaba a nadie, a nadie, ni a  Custodia Cabello Blanco.

            Asimismo, Euclides comprendió que hay mundos distintos, la vida
            política es uno de ellos, un mundo de maniobreros, de arribistas,
            oportunistas, que nada tienen que ver con los habitantes del lugar
            de su nacimiento. Sobre este tema, Anastasio Santacruz le dijo dos
            frases clave para su futura vida: primero está Dios sobre todas las
            cosas, y le inculcó la frase “El hombre es el arquitecto de su propio
            destino”, la última frase fue fatal para las pretensiones de conver-
            tirse en presidente de la República de Bolivia. “Seré el cuarto pre-
            sidente camba”, decía a sus amigos cuando estudiaba en Inteeso.
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