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76 La trágica noche de Santacruz
El día que Euclides Santacruz conoció a Alejandra Centurión Sar-
miento fue el primer día de clases del primer semestre de 1990, se
saludaron como si fueran viejos conocidos y después se enamoraron,
estuvieron en los umbrales del altar, hubo una relación cordial desde
desde primer día, la química funcionó perfectamente. Ella vivía en
la calle René Moreno casi esquina Irala en una mansión, es decir en
la misma zona del domicilio de la tía Encarnación. El hogar de Ale-
jandra era una de esas familias tradicionales de la capital oriental,
todos eran católicos, los hermanos de ella eran conocidos profesio-
nales de la ciudad, asimismo ella fue reina de una comparsa en 1989,
sus amigos le aconsejaron estudiar para presentadora de televisión
porque ella era carismática e inteligente. Su padre se opuso, ya que
había pensado en el futuro de su vida, constuir condominios en unos
terrenos en la ruta al norte, su aspiración era que su hija estudie ar-
quitectura y dirija las futuras obras.
Los libros voluminosos, Euclides los adquirió en una librería. En uno
de esos volúmenes leyó que un arquitecto debe tener capacidad de
crear diseños arquitectónicos que satisfagan las necesidades estéticas
y técnicas, y que tiendan a ser sustentables desde el punto de vista
ambiental; además, debe tener un adecuado conocimiento de la his-
toria y las teorías de la arquitectura y las artes, tecnologías y ciencias
humanas conexas; asimismo, conocimiento de las bellas artes como
influencia sobre la calidad del diseño arquitectónico; también un ade-
cuado conocimiento del diseño urbano, la planeación, las aptitudes
que requiere el proceso de planificación y finalmente conocimiento
de la profesión de arquitecto y del papel de los arquitectos en la so-
ciedad, en especial a los efectos de la preparación de las memorias
descriptivas en que se tengan en cuenta los factores sociales.
La lista de material para iniciar la carrera de arquitectura era necesa-
rio desde el primer día, Euclides compró todo: una mesa de dibujo
técnico o escritorio es de los materiales más imprescindibles; una
lámpara para cuidar bien la vista y trabajar de forma cómoda, la ilu-