Page 250 - LIBRO SANTACRUZ
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          hombre de baja estatura al que le decían “el Tartamudo”.

          Los demás huyeron como escupidos.

          El recién llegado se acercó a “el Valiente”, a quien lo reconoció y le
          dijo:

          -¿Vos aquí infeliz? Criminal, mataste a un empresario al sur de Ta-
          rija.

          Carbonero del Monte se calmó y respiró, había llegado su ángel de
          la guarda. “El enmascarado de plata” se quitó la máscara.
          -Vos aquí desgraciado –masculló “el Valiente”-, por tu culpa huimos
          desde el sur de Tarija. Vos fuiste el que mataste al propietario del in-
          genio y no contento con eso incendiaste el cañaveral. Por eso te apo-
          damos Nerón. Infeliz.

          -Más respeto carajo –respondió Leonardo Luca Camorrero- te acabo
          de salvar la vida infeliz y pagué por lo que no bebí ni comí, no seas
          tan miserable. Además, tengo harta plata, ya no soy un pobre nadie
          como vos.

          En el mismo lupanar Leoluca Camorrero Nerón contó su triste vida
          de principio a fin. “El Gigante” pidió una botella de whisky y co-
          menzó una charla tupida.

          -“Mi vida fue muy triste y eso tú lo sabes –comenzó a relatar Leo
          Luca Camorrero Primitivo Nerón apodado “el Gigante” y “El en-
          mascarado de plata”-. No conocí a mis padres y andaba vagando por
          este mundo infame, no sé cuándo nací. Tengo recuerdos inmemoria-
          les de mi vida, recuerdo a retazos que vivía a orillas de un riachuelo
          de aguas diáfanas,  en algún lugar de la provincia Cordillera. Re-
          cuerdo que era como peón de una familia, allá cerca al hito fronterizo
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