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Luciana Wieden: Mencionó haber estudiado “Bueno, ahora ya terminaste, vamos a hacer
en una ins tución educa va religiosa, quizá lo que nos comprome mos, enes que
fue ahí donde descubrió su vocación, ¿nos postular”. Mi papá fue a Lima, hizo todos los
podría contar un poco más acerca de eso? trámites, porque se iniciaba en la policía
nacional y él quería ir en este aire; entonces,
regresó a Chiclayo y me dijo: “Bueno, ya está
Madre Directora: A ver chicos, considero todo listo, simplemente enes que estudiar,
que la vocación religiosa es un misterio, prepararte e ir.” Y a pesar de que tenía
porque a veces tú no sabes (...) Yo a la edad solamente 16 años, para cumplir 17, y el
de ustedes, era una joven normal, tenía mis mismo hecho de tener a una persona que me
amigos y amigas; me gustaba salir, me
quería mucho, hizo que Dios me empezara a
gustaba ir a las fiestas con mi hermana, que hablar: “Bueno, ahora que va a pasar, ¿no?
era mayor que yo. Hay algo que desearía Los sueños, ¿qué pasaron?, ¿no?” Para mi
resaltar de todo esto, muy al margen de
papá, uno de sus sueños era que nosotras
haber tenido estos signos en mi vida, creo nos casáramos con un militar también.
que me gustaba ir los domingos a misa. Sin
embargo, lo tomábamos como chicos, creo
yo; ya que, íbamos a misa, pero luego
salíamos, nos dábamos nuestras vueltas, nos
gustaba ir a misa de seis a siete de la noche y
ahí nos encontrábamos con nuestras amigos
y amigas, era un clima de amistad y de
mucha acogida. He tenido muchos amigos
también, con los cuales crecí, y creo que
estos, hasta ahora, han trascendido, ¿no? En
cuanto a mi vocación religiosa, pues, a la
edad que ustedes enen y que yo tuve, no
quería serlo (...) La vocación religiosa es un
enigma, pues yo quería ser mujer militar,
Entonces, imagínense, todos los sueños se
porque tenía a mi papá que era militar y quedaban ahí si entraba al convento; mi
siempre lo admiré, puesto que era una
hermana también; pero bueno, yo creo que
persona muy correcta, una persona que
la vocación fue muy fuerte. Consideren que
siempre estuvo con nosotros y nos dio el tuve que dejar todo lo que me ofrecía mi
cariño que necesitábamos. Poco después,
familia, lo que me ofrecía la sociedad, y aquí
terminé la secundaria.
me enen, 36 años que no me arrepiento y
que le sigo diciendo “sí” al Señor en todas las
dificultades de mi vida, porque las he pasado
Madre Directora: Me gustaba hacer
proyección social también, pero nada de en algún momento. Quise dejar la vida
consagrada, pensé que mis caminos eran
pensar en vida consagrada, es decir, nunca
otros; sin embargo, sen a Dios en mi vida,
imaginé que Dios me llamaría para eso.
Terminé la secundaria y mi papá dijo: sientes cómo te dice que no quieres otra
cosa más, y yo no hallo una vida que no sea
esta.
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