Page 14 - ALEJANDRA
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Don  Ernesto,  tosió  de  una  manera  muy  leve  como  para
               marcar y  dar  por  entendido  lo  que  Alejandra  quería  en
               ese  instante  y  procedió  a  obedecerle.

               -  Bueno  Alejandra  (el  toce  de  manera  suave)  creo  que
               entonces  deberé  ordenar  a  mis  sirvientes  que  le
               preparen  algo  de  comer  y  de  beber  para  que  no  tenga
               UD  ninguna  incomodidad,
               Supongo  que  aun  estará  agotada  por  el  viaje.
               -  No  se  preocupe  Don  Ernesto,  no  tengo  hambre  y  dudo
               que  en  estas  condiciones  pueda  yo  sentir  ganas  de
               comer  algo-
               -  Bueno...eso  lo  entiendo,  pero  si  UD  llegara  a  necesitar
               algo  no  dude  en  pedírmelo,  estaré  a  su  entera
               disposición-
               -Muchas  gracias  Don  Ernesto,  muchas  gracias-


               Don  Ernesto  vuelve  a  mirar  al  doctor  silenciosamente  y
               decide  dejarla  en  la  habitación  en  una  silla  que  le
               7opyacomodaron  justo  en  frente  de  Guillermo,  como
               ella  lo  había  pedido,  el  también  muy  afectado  sale  de  la
               habitación  con  la  cabeza  media  inclinada  mostrando
               signos  de  gran  preocupación y  tristeza.


               La  habitación  no  era  pequeña,  diría  yo  que  poseía  unos
               12  metros  cuadrados  y  que  tenía  unas  ventanas  amplias
               que  adornaban  unas  cortinas  con  un  velo  anterior  de
               color  blanco  y  unas  cortinas  que  le  encimaban  de  un
               color  amarillo  ocre,  el  piso  como  buen  hacendado,  era
               de  un  parque  color  café  oscuro  y  las  paredes  eran
               blancas  como  para  dar  un  ánimo  no  tan  apagado  a  la
               habitación.
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