Page 16 - ALEJANDRA

y no sabía si tendría la suficiente fortaleza para
continuar en una sociedad dominada por los hombres y
en donde las mujeres solteras o viudas, eran el manjar
de aquellas que no encontraban mayor placer, que el de
hablar a escondidas de las vidas de los demás, como si
se tratara de un pasatiempo muy acomodado.

Pasaba el tiempo y Guillermo no mejoraba, los doctores
le explicaban a Alejandra que las heridas que el sufrió, le
habían hecho perder mucha sangre y que por algunas
razones más, además de lo que, sucedido, alguien le
había dado a beber una extraña sustancia que le
adormeció los sentidos, por esa razón, es que el no
despertaba de esta especie de coma en el que había
caído.

- Señora Alejandra puedo hablar un momento con UD. -
Dijo el doctor acercándose a ella-
- Claro doctor por supuesto- respondió ella en medio de
su cansancio-
- Podríamos salir un momento de la habitación, ya que
no me gustaría conversar algo tan delicado con usted
dentro de la habitación donde se recupera su marido-
- Si claro, por supuesto doctor, no tengo ningún
problema, pero, que más delicado que esto puede ser la
conversación que tiene que tener conmigo- dijo
Alejandra con el rostro ahora más que confundido.
- Créame que prefiero que lo hablemos afuera y me
temo que debo insistir- dijo el doctor.
-Bueno...está bien doctor, hablemos afuera- Respondió
Ella.