Page 38 - ALEJANDRA
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- Pues siendo así, no me queda más que aceptar tu
invitación- dijo Alejandra con una tímida sonrisa-
- Entonces, serás bienvenida en mis aposentos-
Luisa la tomo del brazo como si ya fueran amigas y
camino de manera alegre junto con ella, con dirección
hacia su casa.
El pensamiento de Alejandra entonces cambio y se dejó
llevar por la situación, más sin saber el porqué, se sintió
cómoda por alguna razón.
Mientras las dos caminaban por la ciudad, la figura
lejana continuaba sin perderle el rastro a Alejandra, y la
desatendida manera de ellas con respecto a los demás
cuando caminaban, le hacía más fácil aun, mantenerlas
vigiladas sin que ellas se dieran cuenta.
El resto de la tarde ambas nuevas amigas disfrutaron del
almuerzo. En casa de Luisa la pobreza abundaba,
además de que no vivía sola, pues había cinco personas
más en la casa, entre dos hermanos, su madre, su Padre
y una tía, pero todo estuvo bien durante el día y
Alejandra se sintió muy bien y sobre todo acompañada,
ya que, en su habitación, solo la esperaba una mesa, una
cama y un espejo que resultaba de alguna forma, la
única compañía.
Hablaron de todo, pero Alejandra no quiso contarles de
donde provenía y lo que el destino le había hecho pasar.