Page 42 - ALEJANDRA

suelo, una especie de mapa con una llave muy llamativa,
la cual, por no decirlo menos, la lleno aún más en su
curiosidad, ya que tras del mapa estaba escrita una
leyenda que decía: “Un solo mundo, una sola fuerza” y
en latín, cosa que ella entendía bien pues, siempre fue
bien educada en cuanto a idiomas en su infancia,
además de que aquel era el lema que llevaba como
leyenda, el partido político en el que militaba su ya
fallecido esposo.

Tomo todo el dinero y lo guardo bajo el brasier como
creyendo que hay estaría seguro, pero no quiso llevar
consigo las llaves ni el mapa que estaban dentro de ese
paquete, talvez, algo de lo que no le habían contado tras
la muerte de su esposo, lo podría averiguar tras el
encuentro con este joven ladrón.

El día de trabajo estuvo bien, ella y Luisa lograron pasar
el día de prueba, así que en ese sentido no había nada
de qué preocuparse.

Por fin ella tendría algo con que sustentarse por un buen
tiempo mientras intentaba rehacer su vida, más Cuando
llego la hora de salida, ambas amigas caminaron por un
rato juntas hacia el centro de la ciudad, para luego
separarse cada quien, por su camino, esperando otro día
más para trabajar.

- Bueno Luisa, hasta aquí llego. Debo despedirme- dijo
Alejandra