Page 45 - ALEJANDRA
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- mi bella dama, en este oficio uno aprende a reconocer
a las personas y diferenciar a las buenas de las malas y
las de término medio, y al parecer creo que no me
equivoque al sospechar que UD no es del común de las
señoritas, aunque sus ropas digan lo contrario- dijo el
ladrón-
- Pues bien, vino UD a alagarme o hacer lo que vino a
hacer- respondió ella cortando la conversación-
- Vaya que, si tiene carácter, y eso yo lo se respetar.
Pero será mejor que no me entregue UD el paquete aquí
entre tanta gente, mejor busquemos un lugar más
tranquilo en donde podamos estar en paz no lo cree-
sugirió el hombre-
- Yo no iré a ninguna parte acompañada de UD si así lo
cree- respondió ella con orgullo-
- No se preocupe mi bella dama, que, aunque soy
ladrón, se respetar a las señoritas y sobre todo cuando
son tan gallardas como lo es UD, así que sígame, la
llevare a un lugar en donde ambos estemos tranquilos-
A Alejandra no le quedó más remedio que ponerse a
disposición de aquel joven ladrón, y con mucha angustia
y preocupación le siguió hasta el sitio a donde el la llevo,
sin más información,
Sin un solo nombre, y con la duda en su cabeza luego de
haber visto ese papel, que contenía aquella frase, que
era el eslogan del partido político al que perteneció ni
más ni menos que su esposo Guillermo.
El hombre la llevo hacia una especie de posada, en la
entrada, la puerta era de madera rustica, y el ambiente
que en el reinaba, no era precisamente para el gusto de