Page 74 - TÚ SERÁS
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Magali García Oliva
¿Qué íbamos a decir, por qué estábamos allí, por quién preguntábamos?
Las piernas comenzaron a temblarme, llegamos hasta la verja de entrada, la
puerta estaba cerrada y la entrada parecía un tanto abandonada, sin embargo
si observabas más adentro se veía un jardín cuidado. Tocamos una rústica
campana sin mucha suerte, nadie acudía.
Cuando ya íbamos a marcharnos un coche se acercaba por el camino hacia
nosotros.
–¿Qué hacen aquí, se han perdido? –preguntó el chófer en italiano.
–Nos gustaría ver a la señora Julia Tudor –dije de pronto.
El conductor me miró extrañado, no sabía si porque no entendía el
castellano o por preguntarle por Julia. El silencio resultaba incómodo.
–Aquí ninguna Julia –intentó explicarnos.
–¿Y la señora Mercedes Armagnac?
–Aquí ninguna Mercedes –volvió a responder– ustedes equivocados, deben
irse propiedad privada.
Abrió la verja, entró y se cerró rápidamente.
–No sabe mentir –dijo Mauricio.
–No, ha quedado claro que viven aquí. Va a ser muy difícil poder verlas.
Volvimos a Siena con la sensación de fracaso ¿cómo podríamos entrar en el
castillo?
Una vez en el apartamento llamamos a Simón para contarle lo acontecido
y para ver si se le ocurría la manera de volver con más éxito, mientras
hablábamos sonó un correo.
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