Page 237 - Libro Catecumeno
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Mateo 28, 18 - 20: “Envío de los discípulos”
18 Jesús se acercó y les habló:
Me han concedido plena autoridad en cielo y tierra.
19 Vayan y hagan discípulos entre todos los pueblos, bautícenlos
consagrándolos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir
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todo lo que yo les he mandado. Yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin
del mundo.
• Cuántas veces se repite el término ‘todo’.
• Descubran los elementos del ‘mandato’ de Jesús: a qué los manda, qué les
pide.
• Cuál es la gran seguridad con la que finaliza este mandato.
Este breve párrafo es bien solemne. Presenta a Jesús Resucitado
en su “mandato misionero”:
• Jesús Resucitado ha recibido del Padre plena autoridad “en el
cielo y en la tierra”. Ya no es el humilde Jesús de Nazaret.
• Su mandato/envío es ante todo para “hacer discípulos a todo el
mundo”. No se trata de marketing, sino de comunicar lo bueno
que se ha recibido.
• A los que crean y se constituyen en discípulos, Jesús manda
que sean bautizados. Nunca a la inversa: primero se cree en él,
después los sacramentos.
• El párrafo cierra con un anuncio consolador: Jesús se va… pero se
queda. “Yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”.
Tenerlo presente: Jesús resucitado está siempre, siempre a nuestro
lado. La iglesia no ha quedado huérfana; ninguno de nosotros/as
somos huérfanos/as: Jesús nos acompaña.
4. PROFUNDIZACIÓN
Nuestro nombre, “cristiano” deriva de ‘Cristo’, el “ungido” por
Dios para la salvación del mundo. Todos los cristianos tenemos esta
misión.
Precisamente en este tiempo en que pareciera que el mal es
más grande, que hay gente que se aleja de la fe, que hay cambios
nuevos cada día en la sociedad, en la política, en la tecnología…
precisamente en este tiempo el Señor y su representante, el Papa
Francisco, nos están pidiendo constituirnos en una “Iglesia en salida
misionera”.
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