Page 97 - Libro Catecumeno
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3. PALABRA QUE NOS ILUMINA
Hechos de los Apóstoles 2,36 - 38; 2,41
Sepan, pues con plena seguridad todos los israelitas que Dios ha constituido
Señor y Mesías a este Jesús, a quien ustedes crucificaron. Estas palabras les
llegaron hasta el fondo del corazón, y le preguntaron a Pedro y a los demás
apóstoles: ¿Qué tenemos que hacer, hermanos?
Pedro les respondió: Conviértanse y hágase bautizar cada uno de ustedes
en el nombre de Jesucristo, para que queden perdonados sus pecados.
Entonces recibirán el don del Espíritu Santo…. Los que aceptaron su palabra
fueron bautizados, y se les unieron aquel día unas tres mil personas.
La primera comunidad cristiana tenía varios modos para alimentar
la fe de sus miembros; así, nos narra más adelante el mismo libro de
Hechos 2,42:
a. Se reunían frecuentemente para escuchar la enseñanza de los
Apóstoles: Era la ‘catequesis’ primitiva.
b. Participaban en la vida de la
comunidad: La experiencia
comunitaria era fundamen-
tal.
c. En la ‘Fracción del Pan’: Así
llamaban a la Eucaristía.
d. Y las oraciones: Una comu-
nidad intensamente orante.
No se bautizaba así nomás a
los que querían ser cristianos;
se les pedía la conversión y la fe, que supone un cambio de vida:
Se trata de un proceso, un espacio y tiempos determinados que
acompañen el camino de maduración en la fe (Hch 2; 5,9; 8,20-21).
4. PROFUNDIZAMOS
Para toda institución es fundamental la calidad de formación de
sus miembros (militares, médicos, técnicos, etc.). También lo es
para la Iglesia.
Veamos cómo la Iglesia ha venido atendiendo a la necesidad de
una adecuada formación:
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