Page 6 - HANK - Recuerdos de una pulga
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HANK
                      Recuerdos de una pulga



            -Oiga... oiga... no cierre la puerta...!!!. Corre,
            corre más rápido…- por poco y me quedaba
            afuera,    bueno,    debería     decir   “nos
            quedábamos”.

            Bien,  te  decía;  era  una  tarde  de  julio
            cuando tuve que dejar el hogar... yo vivía
            en un cálido hogarcito con mi madre, era
            un  lugar  muy  acogedor,  caluroso...  los
            inviernos no se sentían... vivíamos en una
            pequeña  aldea  situada  en  el  lomo  de  un
            hermoso  pastor  ovejero.  Mi  madre  había
            situado  nuestro  hogar  en  una  zona  muy
            estratégica donde no podían cogernos, sin
            embargo,  llegaron  muchos  nómades  y
            empezaron  a  habitar  al  perro  por  todos
            lados...  la  población  aumentó  de  tal
            manera, que ya casi no había espacio para
            muchos que llegaban. Hasta que un día, el
            amo  del  pastor  decidió  afeitarlo  por
            completo... jajajaja... si lo hubieses visto al
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