Page 71 - LIBRO DE RELIGION 2° MEDIO
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Desde la perspectiva cristiana
Todos son invitados a la Iglesia
Evolución del concepto de Iglesia
Como recordarás, la palabra Iglesia deriva de un término griego que
significa convocación, asamblea, reunión. En el Antiguo Testamento, la
palabra significaba una asamblea convocada para un gesto religioso,
con frecuencia de tipo litúrgico. Por ejemplo:
Salomón congregó en Jerusalén a todos los concejales de Israel, a
los jefes de sus tribus y a los cabezas de sus familias, para trasladar
el Arca de la Alianza del Señor desde la ciudad de David llamada
Sión. Todos los israelitas se reunieron junto a Salomón en el mes
de octubre, en la Fiesta de las Chozas.
Los sacerdotes tomaron el Arca de la Alianza, con todos los objetos sagrados que había en ella, y los su-
bieron a la Casa del Señor.
El rey Salomón y toda la comunidad de Israel, reunida con él ante el Arca, sacrificaron una cantidad
incalculable de ovejas y bueyes.
1 Re. 8, 1-2
Por su parte, en el Nuevo Testamento esta palabra se refiere a tres realidades distintas, pero relacionadas:
• Después de la muerte y resurrección de Jesús, se llamó así a la asamblea de sus discípulos reunidos para escuchar
la enseñanza de los apóstoles y celebrar la Eucaristía.
• Más tarde, designó al conjunto de los discípulos que viven en un mismo lugar y se reúnen para celebrar su fe en
Jesús.
• Por último, pasó a designar al conjunto de todas las comunidades de seguidores de Jesús: la Iglesia universal.
Desde el principio, Jesús quiso formar una comunidad de hombres y mujeres dispuestos a ponerse al servicio
de su misión. Para ello, Él mismo eligió a discípulos y los invitó a que lo siguieran.
Los evangelios solo nos narran algunas de estas llamadas. Sin embargo, por otras referencias sabemos que sus
discípulos fueron muy numerosos. Por ejemplo, el evangelio de Lucas habla de un grupo de 72 discípulos que
Jesús envía para que le preparen el camino:
Después de esto, el Señor escogió también a otros setenta y dos, y los mandó de dos en dos delante de Él, a
todos los pueblos y lugares a donde tenía que ir.
Lc. 10, 1
También habla de un grupo de mujeres que lo acompañan y
le sirven:
Los doce apóstoles lo acompañaban, como también algunas
mujeres que Él había curado de espíritus malignos y enferme-
dades. Entre ellas iba María Magdalena, de la que habían
salido siete demonios; también Juana, esposa de Cuza, el que
era administrador de Herodes; y Susana; y muchas otras que
los ayudaban con lo que tenían.
Lc. 8, 2-3
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