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el hoMbre, cenTro de la creación
La obra de Dios a nuestro cuidado
Manos a la obra
Actividad 1
El siguiente cántico de Daniel, nos relata cómo tres jóvenes: Sidrac, Misac y Abdénago
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fueron condenados por el rey Nabucodonosor a morir quemados por no adorar la estatua de
Unidad 4 oro. Tan grande fue su fe que se libraron de morir, pues Dios los protegió. En su respuesta a
tal gesto de amor, ellos interpretaron una alabanza. Leamos dos versículos de esta alabanza:
¡Aves todas del cielo bendigan al Señor, cántenle y
glorifíquenlo eternamente! ¡Que todos los animales
domésticos y las fieras salvajes bendigan al Señor,
cántenle y glorifíquenlo eternamente! ¡Ustedes, todos
los hijos de los hombres, bendigan al Señor, cántenle
y glorifíquenlo eternamente!”
(Daniel 3, 80-82)
• ¿Por qué el agradecimiento a Dios se tradujo en la petición de que todas las creaturas le
alaben?
• ¿De qué modo pueden alabar a Dios las creaturas irracionales como los animales y los
astros del universo?
• ¿Has sentido alguna vez una enorme gratitud a Dios? ¿Por qué? ¿En que circunstancias?
Actividad 2
• Señala los elementos naturales que usó Jesús en sus enseñanzas, escribiendo en cada
rectángulo el elemento e indicándolo con una línea hacia la imagen, como en el ejemplo:
Árbol de mostaza