Page 168 - 7º BÁSICO
P. 168
el hoMbre, cenTro de la creación
La naturaleza habla por nuestra voz
Interpelación
Desde el testimonio sencillo y veraz de monseñor Infanti,
168
podemos valorar la responsabilidad de los cristianos en
Unidad 4 la defensa de la naturaleza. Esto requiere un compromiso
como hijos de Dios en la creación.
El tiempo de Adviento, nos prepara para una de las más
lindas y significativas fiestas cristianas: la Navidad. De
este modo también nos preparamos para la gran venida
de Cristo como Señor de todo lo creado: del cosmos y
del ser humano. Esto supone, igualmente, una verdadera
preparación para el cuidado de la Tierra con admiración,
respeto, contemplación y oración. Inspirados por el Espíritu
Santo, los cristianos descubrimos el compromiso con nuestro
planeta, nuestro hogar. En este sentido, cobran fuerza las
palabras de Juan Pablo II cuando visitó nuestro país:
“Hago un llamado a todos los responsables de nuestro
planeta para que protejan y conserven la naturaleza
creada por Dios: no permitamos que nuestro mundo
sea una tierra siempre más degradada y degradante”.
(Juan Pablo II, Punta Arenas, 4 de abril de 1987)
Asimismo, la carta de monseñor Infanti resalta que:
Nos damos cuenta de que la tierra, el aire, el agua, el
espacio, son nuestra casa común, y si se deterioran,
contaminan o agotan, afectan gravemente también la vida
humana. Los recursos naturales se van agotando, si hay una
sobreexplotación desequilibrada e irresponsable estaremos
en la llamada Crisis Ecológica que se percibe por:
• abuso y sobreexplotación de recursos naturales no
renovables;
• emisión de gases contaminantes y consiguiente
calentamiento global del planeta Tierra;
• debilitamiento de la capa de ozono;
• derretimiento de glaciares (polos, campos de hielo);
• contaminación de las aguas (con productos químicos y
residuos industriales no tratados, metales pesados,...);
• devastación de los suelos (incendios, contaminación,...);
• erosión de terrenos no renovables;
• destrucción de flora y fauna, y especies vegetales y
animales;
• grave deterioro o pérdida de la biodiversidad;
• depósito no controlado de residuos sólidos no reciclables
(especialmente plásticos);
• olvido de las leyes naturales (interrelación, diversidad y
finitud de la naturaleza).