Page 13 - Edicion 816 El Directorio
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a realizar, sentirse desea- dos, atendidos o valorados son gatillantes frecuentes de una infidelidad”, dice Del Ro- sario.
Según cifras que maneja Jarpa, el 60% de los hom- bres ha sido infiel, versus un 40% de las mujeres. “Hay otros que pensamos que las mujeres son más hábiles y que en este tipo de encues- tas no abunda la honesti- dad...”, dice.
En la encuesta Adimark de 2017, el 39% de los chilenos declara haber sido infiel al- guna vez. De estos, un 46% son hombres y un 30% mu- jeres. “El día que recibí estos resultados, me reuní con ‘La liga de la justicia’, compuesta por mis colegas Nerea de Ugarte, Antonio Godoy, Constanza del Rosa- rio y yo, y la conclusión fue unánime: hay mucha gente que sigue mintiendo en los estudios”, agrega Jarpa.
Alejandra Godoy destaca en este aumento de la infideli- dad dos grupos. El primero, las mujeres: “Todas las ba- rreras que tenían restringida la sexualidad femenina se fueron derrumbando los últi- mos20o30añosypudore- surgir la verdadera naturaleza sexual de la mujer. ¡Así que sujétense!”. El otro grupo son los mayo- res de 60, porque “aprenden de nuevo a hacer el amor, son más vitales y más acti- vos” que generaciones ante- riores de esa edad.
Pero también han aumen- tado las sanciones en la pa- reja cuando hay infidelidad. Según un estudio del CEOC, de la U. de Talca, las nuevas generaciones condenan más la infidelidad que los mayo- res. Así, mientras que el 30,4% de las mujeres mayo-
res de 44 años señala que es un error, esta cifra au- menta a 56,8% entre las en- cuestadas de entre 20 y 28 años.
“Esto de que en la casa tengo mi catedral y afuera una capilla se acabó”, dice Antonio Godoy, y agrega que hoy se separan más las mu- jeres cuando el marido es in- fiel que los hombres cuando ellas los engañan. “Los hom- bres están desarrollando un vínculo más dependiente con las mujeres”, dice.
* ¿Ha variado el escenario de la infidelidad con el em- poderamiento de la mujer?
Sí, dicen los expertos, y coinciden en que es un fac- tor relevante. Explican que hoy las mujeres se sienten más dueñas de su cuerpo y de su sexualidad, con más ganas de experimentar y con más permisos que genera- ciones anteriores. Para Constanza del Rosario, hay tres razones. La primera: muchas mujeres activas sexualmente se empare-
jan con “buenos hom-
bres”, pero sexualmente pasivos, y terminan sin- tiéndose rechazadas o in- satisfechas, por lo tanto buscan afuera “lo que su pareja no les ofrece”. La segunda: muchas mujeres han mal asumido el empo- deramiento femenino
como adoptar una actitud tradicionalmente mascu-
lina frente a las relacio-
nes, desplegando
conductas que evitan la entrega total y disocian
sexo y amor. Y la tercera: muchas mujeres que se cansaron de adaptarse a
la sexualidad de una pa-
reja que nunca se preo- cupó por el bienestar y disfrute compartido y que
no están dispuestas a vivir
su vida sin sentirse plenas en esa área.
* ¿Es la infidelidad natural al ser humano?
Antonio Godoy explica que hay una tendencia biológica, instintiva y antropológica a buscar variedad sexual y ex- periencias con otros. En esa línea, Roxana Lobo explica que en términos evolutivos seríamos monógamos seria- les; es decir, tendemos a la monogamia por un tiempo restringido, después del na- cimiento de los hijos la pa- sión decae y se mantienen las hormonas del apego, por lo que luego de ese periodo pueden parecernos atracti- vas otras parejas.
Por otra parte, estamos en una cultura que promueve la monogamia sexual. “La fide- lidad es un acuerdo cultural, porque podemos consen- suar que es lo que más nos hace sentido como proyecto vital”, dice Roxana Lobo.
Reportaje
Al medio de esos dos polos está el libre albedrío. “Elegir qué hacer es una decisión consciente”, dice Antonio Godoy. Y complementa Constanza del Rosario: “Es natural sentir deseo por al- guien que no es tu pareja, ya que uno desea lo que no tiene, pero ser infiel es una decisión, no un impulso bio- lógico irrefrenable”.
Lo anterior echa por tierra uno de los mitos de la infide- lidad: que el que fue una vez infiel siempre lo será. “Es lo que se conoce como el mito de la reincidencia. Los he- chos nos demuestran que existe un alto porcentaje de casos en los que la persona que fue infiel no vuelve a serlo más”, explica Jarpa.
* ¿Es infidelidad estar en pa- reja y meterse a Tinder?
No necesariamente, pero se puede consensuar que se trata de una transgresión im- portante a la relación. “Tin- der es una aplicación para
Edición 816 Del 28 de marzo al 2 de abril del 2019
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