Page 7 - El Directorio Edicion 830
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   Mientras el resto de Canadá celebra su Día Nacional, en esta provincia aprovechan para cambiar de piso
El 1 de julio es el Día de Ca- nadá. Pero en Quebec, en vez de las banderas rojiblancas con la hoja de arce, pululan los camiones para transportar muebles. Miles de personas cambian de domicilio en la provincia durante esa jornada.
La fuerte identidad quebe- quesa —con o sin deseos in- dependentistas—, hace que la fiesta nacional se celebre de forma más discreta que en otras partes del país. Para sus habitantes, la música, el baile, la bebida y la comida mues- tran toda su fuerza el 24 de junio, el Día de San Juan Bau- tista, considerado como la fiesta nacional de Quebec.
De acuerdo con cifras oficia- les, unas 200.000 mudanzas ocurren cada año en Quebec durante el llamado Jour du dé- ménagement (o Moving Day) o en días cercanos; alrededor de 70.000 en Montreal, su ciu- dad más poblada.
Anne Morin se mudó el primer día de este mes. “Encontré con mi esposo un apartamento un poco más caro, pero que va a reducir nuestros tiempos de traslado al trabajo”, co- menta a Verne esta asistente social de Montreal. Los estu- diantes quieren vivir entre ami- gos, la llegada de un hijo hace que las parejas busquen un piso más espacioso y, de igual forma, el incremento de los al- quileres causa que varias fa- milias cambien de coordenadas en esta especie de “día de la santa mudanza”.
Las razones por las que miles Reportaje de personas se mudan en
Quebec cada 1 de julio
A mediados del siglo XVIII, las autoridades de Nueva Francia establecieron que los cambios de domicilio se llevarían a cabo el 1 de mayo, como ocu- rría en Nueva York. No obs- tante, el Parlamento quebequés aprobó en 1975 una medida para mover esta fecha al 1 de julio, para que los niños no se vieran afecta- dos en sus actividades escola- res.
De esta forma, se convirtió en el día en que miles de perso- nas suben y descienden esca- leras con libros, utensilios de cocina, ropa, camas, mesas y electrodomésticos. En reali- dad, las leyes permiten flexibi- lidad en los contratos. Sin embargo, la mayoría expira el 1 de julio, día que además es de asueto en todo el país.
“Sugerimos que la gente nos llame al menos con tres meses de anticipación. La temporada alta para nosotros es del 15 de junio al 3 de julio, pero el 1 de julio es por mucho el día de mayor actividad”, cuenta al te- léfono un empleado de la em- presa Déménagement Expert Plus.
Los servicios de las compa- ñías de mudanzas son dos veces más costosos en esos días del año (el 1 de julio pue- den incluso llegar al triple). En consecuencia, no todos pue- den sacar la chequera (o la bi- lletera, ya que hay personas que ofrecen sus brazos y vehí- culos en internet, a espaldas del fisco).
Cadena de solidaridad
David Groulx es profesor de li- teratura en un colegio de Mon- treal y buen conocedor de lo que ocurre en esas casillas del calendario. “Me he cambiado de piso unas 14 veces, pero he ayudado a mis amigos en múltiples ocasiones. Alquilas un camión unas horas, tus amistades te apoyan para mover todas las cosas y aco- modarlas en tu nueva direc- ción. El siguiente año estás ahí para hacer lo mismo. Se forma una cadena de solidari- dad”, explica.
Groulx ríe mientras recuerda varios momentos de trajín: “A veces ocurre que, mientras estás bajando tus pertenen- cias, el nuevo inquilino ya está esperando para subir las suyas. Las personas instalan sillas en las calles, un día antes, para reservar espacio para los camiones. Hay años en que toca ayudar en 2 o 3 sitios el mismo día”.
Montreal, ciudad reconocida por sus inviernos implacables, tiene un calor pegajoso en el verano, un ingrediente que complica aún más las labores. “Terminas muy cansado, pero al final esto se vuelve una fiesta. Según la tradición, debes comprar pizza y cer- veza para los amigos y familia- res que te ayudaron”, cuenta Groulx.
En efecto, los negocios de co- mida que ofrecen servicio a domicilio —especialmente las pizzerías— trabajan sin un mi-
nuto de respiro el 1 de julio. Los supermercados tienen a gente haciendo fila para adqui- rir el mismo producto: cajas de botellas rubias u oscuras. Las firmas de telefonía, cable e in- ternet deben gestionar miles de cambios de domicilio, lo mismo que Hydro-Québec, la compañía pública de electrici- dad.
Hay brazos solidarios, deseos de conocer el nuevo barrio y recompensas de cebada y pepperoni, aunque también aparecen asuntos sombríos. Varias familias deben abando- nar sus domicilios sin haber encontrado un nuevo destino. Es por ello por lo que autorida- des municipales y organismos comunitarios ofrecen sitios de acogida temporales. Los gru- pos de protección animal se- ñalan que los casos de abandono de mascotas se tri- plican alrededor del 1 de julio.
Asimismo, la basura se acu- mula por montones. La alcal- día de Montreal calcula que las mudanzas de este año han dejado unas 50.000 toneladas de desechos, por lo que será necesario esperar unos 10 días para finalizar su recolec- ción. Las autoridades difunden mensajes a la población sobre este problema, invitando a donar pertenencias a centros de beneficencia o a no des- prenderse de miles de objetos con tanta facilidad.
   Edición 830 Del 4 al 10 de julio del 2019
El Directorio Comercial Latino de Montreal 7
  













































































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