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El Directorio Comercial Latino de Montreal
La distimia es una forma de depresión crónica que suele instaurarse en etapas tem- pranas de la vida, y que li- mita el desarrollo de la misma. Por la manera en que aparece, lenta y agazapada, es muy posible que el pa- ciente piense que tiene una forma de ser quisquillosa o problemática, y que eso es normal en su caso. Por eso
parece asociarse con la apa- rición, la evolución y el pro- nóstico de la distimia. No obstante, se considera que tres grandes sistemas en el cerebro tienen relación o se afectan: a) el eje hipotálamo- pituitario-adrenal y el sistema del factor liberador de corti- cotropina (CRF); b) el hipo- campo, y c) el sistema noradrenérgico. Todos los cambios, producto de los eventos adversos durante la niñez, hacen más sensibles los circuitos de CRF ante la aparición de algún nivel de estrés en el individuo durante la adultez, lo que a su vez genera una respuesta exage- rada al estrés. De modo que, si la persona tiene una expo- sición persistente al estrés en la vida adulta, las vías del estrés antes mencionadas se vuelven hiperactivas, lo que causa un aumento exage- rado y persistente de factor liberador de corticotropina y la secreción de cortisol que podría disparar la distimia.
Varios análisis de investiga- ción recientes que analizan estudios múltiples admiten que existe un vínculo entre lo que uno come y nuestro riesgo de depresión, específi- camente. Un metaánalisis publicado en el 2017 con- cluyó:
“Un patrón dietético caracte- rizado por un alto consumo de frutas, verduras, cereales integrales, pescado, aceite de oliva, productos lácteos bajos en grasa y antioxidan- tes y un bajo consumo de ali- mentos de origen animal aparentemente se asoció con un menor riesgo de depre- sión. Un riesgo alimenticio caracterizado por un alto consumo de carne roja y / o procesada, granos refinados, dulces, productos lácteos con alto contenido de grasa,
mantequilla, papas y salsa con alto contenido de grasa y un bajo consumo de frutas y verduras se asocia con un mayor riesgo de depresión.”
¿Cómo puede manifestarse la distimia?
Quienes padecen distimia suelen preocuparse por sín- tomas como: malestar gene- ral, sensación de debilidad crónica, alteraciones del sueño o problemas de me- moria de trabajo y flexibilidad mental. Generalmente, van en busca de unas vitaminas o reconstituyentes. Muchos otros, no consultan porque asumen que la forma en que viven y sienten la vida es propia de su forma de ser. Esto hace que haya un mayor deterioro y sufrimiento mental en el tiempo. Los sín- tomas pueden iniciarse a temprana edad. Esta apari- ción en edades tempranas formará una visión negativa del mundo en el paciente y una pobre conciencia del trastorno. Es importante tener en cuenta que los pa- cientes con distimia no sue- len presentar enlentecimiento motor, anhedonia o ideación suicida, por lo que se pro- duce menos interferencia en las actividades habituales.
¿Cómo se trata?
Los pilares fundamentales del tratamiento son:
Las intervenciones psicotera- péuticas, que se instaurarán dependiendo de cada caso en particular. Con estos pa- cientes suelen emplearse te- rapia cognitivo/comportamental, te- rapia interpersonal, trata- mientos centrados en la resolución de problemas, te- rapia familiar o de pareja, y en algunos casos, entrena-
miento en habilidades socia- les y asertividad.
Empleo de medicamentos antidepresivos como los inhi- bidores selectivos de recap- tación de serotonina (ISRS)
y los inhibidores de recapta- ción de serotonina y norepi- nefrina (IRSN). El tratamiento farmacológico de la distimia es de mínimo dos años. Pero si la persona padece una de- presión doble (situación en la que en un sujeto que tiene distimia aparecen episodios de depresión mayor, que se superponen a su sintomato- logía habitual) se recomienda que reciba un tratamiento permanente. La depresión doble es una patología com- pleja y con mayor morbilidad que la distimia. Recomendaciones para esti- mular el cuidado personal del paciente
suele no consultar al médico, y es etiquetado o estigmati- zado como una persona de “mal carácter”, lo que le traerá muchos problemas so- ciales, laborales y familiares. Además quienes padecen distimia podrían intentar au- tomedicarse con sustancias psicoactivas, alcohol, tabaco o cafeína, empeorando sus síntomas. Por otra parte, al- gunos estudios señalan a la distimia y a la depresión atí- pica como predictores impor- tantes para el sobrepeso y obesidad, por lo que en este caso, el instaurar habitos sa- ludables (disminución del se- dentarismo, mejoría de la calidad de sueño y alimenta- ción) serían claves para el manejo de estos pacientes. Por esto, te aconsejo que si te consideras o te consideran una persona malhumorada, melancolica o irritable con bajones imporantes en tu es- tado de ánimo durante más de tres semanas consecuti- vas, que acudas a un buen profesional de la salud men- tal. Recuerda que no tienes porque vivir amargado, viendo la vida en tonos gri- ses. Un buen tratamiento te ayudará a mejorar tu calidad de vida, desarrollarte como persona y alcanzar esas metas que mereces alcanzar.
Por: Dra. Iris Luna
Médico Psiquiatra – Máster en Nutrición
Especialista en Sobrepeso y Obesidad https://www.facebook.com/iri s.luna.oficial
Contacto: iluna@phronesis- virtual.com
Pautas para una buena hi- giene de sueño
Guías para incentivar el ejer- cicio físico apropiado para cada paciente y un buen ma- nejo del tiempo libre. Consejería para una alimen- tación saludable y manejo de hábitos nocivos como el con- sumo de cigarrillo, la autome- dicación y el abuso del alcohol.
Consejería a los familiares y personas allegadas al pa- ciente, para establecer rela- ciones interpersonales más sanas e incrementar las redes sociales.
Para tener en cuenta:
Edición 829 Del 27 de junio al 3 de julio del 2019