Page 4 - revista DC
P. 4
Canada
Canadá abre centros de inyección ante la crisis de opiáceos
pidan, pero el programa re- duce de forma drástica las po- sibilidades de una sobredosis mortal o de contagio de enfer- medades como la hepatitis o el sida.
El plan, inspirado por otros en Europa, se sigue muy de cerca en Estados Unidos, donde las autoridades están teniendo problemas para gestionar un aumento en las muertes por sobredosis de opiáceos. Varias ciudades dicen estar conside- rando medidas similares, pese al temor de que puedan fo- mentar el consumo de drogas.
Docenas de personas acuden cada día a tres nuevos centros en Montreal, donde los usua- rios reciben un pequeño lote para inyectarse de forma se- gura las drogas que traen con ellos, y después la oportuni- dad de relajarse durante media hora en sofás mientras escuchan música, explicó un adicto de 30 años que sólo se identificó por su nombre, François. Los operadores del centro negaron acceso a los medios tras su apertura.
“Te dan todo lo que necesi-
tas”, dijo François a su salida, tras inyectarse heroína en un local en el céntrico barrio de moda en torno a la calle Sainte-Catherine. “Todo el mundo está bastante rela- jado”.
Una organización sin fines de lucro de Vancouver, autorizada por las autoridades sanitarias canadienses, abrió en 2003 un punto de inyección segura. El año pasado recibió 214.898 vi- sitas de 8.040 personas y los enfermeros intervinieron en 1.781 sobredosis. El centro afirma que nunca ha sufrido una muerte por sobredosis.
En esa ciudad ha abierto otro centro, y en las últimas sema- nas han empezado a funcionar otros dos en la Columbia Bri- tánica y tres en Montreal. Está previsto que se sumen otro en Montreal y tres en Toronto. Las autoridades dijeron estar considerando más de una do- cena de otros locales.
El gobierno se vio instado a ampliar el número de centros ante el creciente número de muertes por sobredosis, que el año pasado batió un récord
POR PATRICK LEJTENYI Y ROB GILLIES
Associated Press
MONTREAL
Canadá combate su creciente crisis de opiáceos con una me- dida inusual: ofrecer a los adictos un lugar seguro donde consumir.
El gobierno ya ha autorizado la
apertura de siete “puntos se- guros de inyección” y está considerando otra decena en todo el país.
Los centros, situados a pie de calle, proporcionan a los adic- tos jeringuillas limpias, super- visión médica y un entorno donde no serán arrestados. No reciben ayuda para superar su problema a menos que la
4 El Directorio Comercial Latino de Montreal
Edición 726 Del 6 al 12 de julio del 2017