Page 18 - Edicion 810 El Directorio
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Reportaje
   Catalogo multiservicio
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190 millones de bolívares y, pocos años después, ascen- día a 208 millones de bolíva- res. Y en medio de esta espiral vertiginosa de la deuda se presentaron las flo- tas europeas en los puertos de Venezuela a cobrar sus propias deudas. Los actuales EEUU han aprobado sancio- nes contra determinados sectores económicos vene- zolanos para forzar un cam- bio de régimen. Las potencias europeas de an- taño bloquearon los puertos venezolanos para forzar el cobro de la deuda. El blo- queo se hacía de una ma- nera física taponando los puertos marítimos donde los países exportaban e importa- ban productos. Hoy en día, con el desarrollo tecnológico, los bloqueos se hacen me- diante sanciones comercia- les, congelamiento de cuentas bancarias... En la crisis venezolana de 1902, EEUU no deseaba la intromi- sión ni presencia de los po- deres europeos en el Caribe, área que consideraba de su exclusiva influencia, su «patio trasero» como vulgar- mente se le ha llamado. En la actualidad, lo que EEUU no desea es la presencia - mediante alianzas políticas o militares- con el régimen de
tico venezolano, un político (Juan Guaidó), presidente de la Asamblea Nacional de Ve- nezuela, se ha autoprocla- mado Presidente de la República, con el respaldo de la mayoría de los países occidentales e iberoamerica- nos. Destaca la ausencia de México en el respaldo ameri- cano a Guaidó, como desta- cado fue el papel de Argentina hace un siglo para mediar en la crisis venezo- lana y buscar soluciones de futuro alejadas del conflicto. Es inevitable, dada la predi- lección de la historia venezo- lana por gobernantes autoritarios, establecer algu- nas comparaciones con los regímenes de Cipriano Cas- tro y Nicolás Maduro. El régi- men de Cipriano Castro (1899-1908) fue personalista, despótico y represor. Todos sus oponentes políticos fue- ron encarcelados, expedien- tados y sus propiedades confiscadas. Un par de anéc- dotas nos muestran el perfil que gastaba el presidente. Castro, en una ocasión, pidió dinero a los banqueros de Caracas para sus gastos ur- gentes. Los banqueros no aceptaron la exigencia presi- dencial y él los encarceló a todos para que «recapacita-
el periodo de man- dato presidencial, al igual que Chávez y Maduro.No fue el blo- queo a Venezuela el que acabó con Cas- tro. Al contrario. La «agresión del impe- rialismo» le reforzó. Los EEUU, en aplica- ción de la doctrina Monroe exhortó a las potencias europeas a marcharse y el gene- ral continuó con su política de siempre. Su final político lo
ex- terior venezolana llegaba a
Ve- nezuela, de Rusia y China. En el convulso tablero polí-
ran». Obtuvo su dinero pero, a partir de ese momento, los banqueros empezaron a fi- nanciar la oposición.Igual- mente, Castro era un personaje bastante narcisista y amante de los placeres mundanos. Solía despachar con sus colaboradores mien- tras jugaba al billar, eso sí, cuando él lo dispusiese. La figura de Castro fue aupada cuando se enfrentó a las po- tencias europeas en la crisis de 1902-03. Hubo un cierto consenso nacional mientras durase la amenaza exterior. Maduro, a pesar de todas sus limitaciones, ha sabido captar este hecho y lo ha usado para compararse con su antepasado en el cargo. En octubre del año pasado, con motivo de la conmemo- ración del nacimiento de Castro y aprovechando la im- parable presión internacional a su régimen, publicó en su cuenta de Twitter: «Hace 160 años nació en el estado Tá- chira, el general Cipriano Castro, patriota y líder de la Revolución Liberal Restaura- dora. Durante su mandato como presidente, sostuvo con determinación la lucha por defender la soberanía ante las arremetidas de las transnacionales». Por cierto, Castro reformó la constitución y alargó
provocó una cuña de su misma madera. Cipriano Castro cayó enfermo y viajó a Europa para ser tratado. Paradójicamente lo curaron en Alemania pero cuando quiso regresar, su segundo en el poder y su compadre, Juan Vicente Gómez, tam- bién militar, dió un golpe de Estado y le arrebató el go- bierno. Tras deambular por varios países pidiendo aco- gida, murió en el exilio en Puerto rico en 1924. El régi- men de López fue, si cabe, más represivo y brutal que el de su antecesor. Más arries- gado resulta comparar a Roosevelt con el presidente Trump, aunque ambos tienen en común su carácter histrió- nico, locuaz y enérgico. Roo- sevelt declaró en el Congreso (1904): «Si una nación actúa con eficacia, es decente y razonable, se mantiene en orden y cumple sus obligaciones... no debe temer la intervención de los EEUU. Pero si en ella impera un estado crónico de impo- tencia e injusticia...». Seguro que la frase la va a terminar Donald Trump dentro de poco.
El Directorio Comercial Latino de Montreal
  Edición 810 Del 14 al 20 de febrero del 2019
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